El Hospital Garrahan ha logrado llegar a los 1.000 procedimientos de una técnica que se aplica como tratamiento para uno de los tumores oculares más complejos en la infancia, mediante la que se obtiene un grado de curación y sobrevida de la visión en el 98% de los casos. La técnica se llama Quimioterapia intra-arterial y consiste en administrar la droga en forma directa a la arteria oftálmica permitiendo la llegada de mayor concentración de quimioterapia al tumor, localizado en el ojo y llamado retinoblastoma.
Los procedimientos de quimioterapia intra-arterial se realizan a pacientes con este tipo de tumor ocular. El mayor beneficio de la terapia es aumentar la posibilidad de conservar el ojo afectado a la vez que suplanta la radiación externa, método que se aplicaba antes para salvar la vida de estos niños y niñas (menores de dos años en su gran mayoría) pero que implicaba segundos tumores y un alto porcentaje de necesidad de enucleación del ojo enfermo, es decir, su pérdida. Actualmente, con la técnica intra-arterial, los pequeños conservan el ojo y la visión en la gran mayoría de los casos.
En el Hospital Garrahan esta terapia se aplicó más de 1.000 veces. En términos simples, la quimioterapia intra-arterial para el tratamiento del retinoblastoma consiste en la colocación de un micro catéter en la arteria oftálmica, que es la arteria que irriga al ojo, con el fin de administrar la droga en forma directa en el tumor localizado en el ojo. De esta manera se aumenta la efectividad de la medicación, se usa menos cantidad y se logra disminuir sus efectos adversos.
“Se trata de una nueva técnica para uno de los tumores oculares más complejos en la infancia que permite la sobrevida y la conservación de la visión en el 98% de los casos”.
El jefe de Neurointervencionismo, Flavio Requejo, afirmó que “podemos realizar un procedimiento de este tipo, de tan alta complejidad, gracias al trabajo y la interacción de diferentes especialidades médicas y dentro del Hospital”. En su equipo participan 10 profesionales, entre técnicos radiólogos, anestesiólogos, enfermeros y neurointervencionistas. El Hospital Garrahan es uno de los pocos lugares a nivel mundial donde se realiza este procedimiento con esta magnitud de pacientes y uno de los pocos lugares de Sudamérica.
En tanto, la jefa de Oftalmología, Adriana Fandiño, resaltó que“sobre todo logramos mejorar la sobrevida ocular, preservar ojos que antes iban a enucleación, aplicar otras terapias locales menos agresivas para la retina; todo esto hace posible en los ojos tratados mejor agudeza y campo visual, y un aumento en la capacidad visual que posibilita el normal desarrollo y una vida plena”. Argentina fue el primer país y el primer hospital en realizar este tratamiento en América Latina.
“El mayor beneficio de la terapia es aumentar la posibilidad de conservar el ojo afectado, fundamental para conservar la visión y la calidad de vida tras un cáncer de este tipo”.
“El mayor beneficio de la terapia es aumentar la posibilidad de conservar el ojo afectado, fundamental para conservar la visión y la calidad de vida tras un cáncer de este tipo”.
“El conocimiento científico que producimos generando datos desde nuestras investigaciones sirvió para desarrollar un tratamiento más racional contra la enfermedad, con menos efectos adversos. No sólo conseguimos que se cure el 98% de los niños que tratamos, sino que se aumentó la probabilidad de preservar los ojos y la visión”, explicó Guillermo Chantada, jefe de Medicina de Precisión, y quien desarrolló la nueva técnica en el Garrahan.
“El Hospital Garrahan la aplicó más de 1.000 veces, con éxito. Es el único lugar donde se realiza en Argentina”.
El retinoblastoma es el tumor ocular más frecuente en la infancia y se presenta con la aparición de células malignas en la retina del ojo. En Argentina, se detectan 45 nuevos casos por año, y el 80% son derivados para su atención en el Hospital Garrahan en Capital, donde el índice actual de curación es de más del 98%.Este tipo de cáncer es muy agresivo y puede detectarse precozmente -en etapas que permiten la curación preservando los ojos- mediante el estudio de fondo de ojo con dilatación pupilar que debe realizarse antes de los 3 meses de vida a todo recién nacido.