Las fiestas de fin de año no solo se distinguen por su colorido, regalos y encuentros con familiares y amigos, sino también porque son un buen momento para celebrar con la comida y valorarla. Sin embargo, en algunas zonas del mundo (incluida la nuestra), estas fiestas se han convertido en sinónimo de comer en exceso. Las tradicionales comidas que se ofrecen, mayormente europeas, son más calóricas y muchas veces desacopladas con el tiempo, sobre todo las opciones dulces (turrones, pan dulce, confituras, frutos secos caramelizados o con chocolate, etc). Por ello, te brindamos algunas recomendaciones para que sigas cuidando tu salud, la de tu familia y el medio ambiente.