Raquitismo, baja talla y deficiencia de vitamina D

El raquitismo es una afección que puede aparecer cuando los huesos no pueden absorber suficiente calcio y fósforo para producir huesos sanos y fuertes. Aunque existen causas genéticas y metabólicas para el raquitismo, la causa más común es una deficiencia de la vitamina D: raquitismo nutricional.




“El raquitismo es una enfermedad asociada a la deficiencia de calcio y fósforo y produce un retraso en la placa de crecimiento del hueso. Esto puede ocurrir por “una falla de aporte o pérdida de vitamina D y/o de calcio (raquitismo calciogénico) o, también por falta de fósforo (raquitismo u osteomalacia hipofosfatémica”, destacó la Dra.  Mónica Galeano médica pediatra y especialista en Diagnóstico por Imágenes y Coordinadora del Area de Radiología Hospital J.P. Garrahan; “desde el punto de vista radiológico, el diagnóstico por baja talla en un niño puede ser uno de los diagnósticos  específicos para raquitismo”; asimismo, “ la osteomalacia se puede observar en cualquier persona pero, especialmente, en aquellos niños donde los cartílagos de crecimiento están abiertos”.

“El raquitismo es una enfermedad asociada a la deficiencia de calcio y fósforo y produce un retraso en la placa de crecimiento del hueso”.

Dra.  Mónica Galeano médica pediatra y especialista en Diagnóstico por Imágenes y Coordinadora del Area de Radiología Hospital J.P. Garrahan

Sobre la vitamina D, la especialista  expresó que  ésta es una sustancia que el cuerpo necesita para ayudar a absorber el calcio del intestino, para regular cuánto calcio y fósforo deben almacenarse en los huesos y cuánto debe expulsarse del cuerpo por medio de los riñones en la orina;  esta vitamina se puede obtener consumiendo ciertos tipos de pescados y de aceites grasos de los pescados, pero también se hace en la piel en respuesta a los rayos ultravioletas de la luz solar. Sin embargo, las personas deben exponerse a la longitud de onda solar adecuada por un periodo de tiempo abundante para producir suficiente vitamina D para la salud ósea.

¿Cuándo se sospecha de raquitismo?

Según la especialista del Garrahan, la sospecha de esta enfermedad se produce, “cuando  a un paciente con baja talla se agregan dolores corporales (en general óseos), alteraciones de deambulación de sus miembros y en general  fracturas”; todo este cuadro se puede evaluar radiológicamente”.

Síntomas del raquitismo

El síntoma más clásico del raquitismo es la flexión o el arqueamiento de los huesos de las piernas. Esto sucede debido al estrés de caminar en los huesos “blandos” que no tienen suficientes minerales. Un bebé que gatea pero que aún no camina se le puede ensanchar el área de las muñecas por la misma razón. En los casos más severos, se puede también observar inflamación en los extremos/puntas de las costillas. 

Diagnóstico 

El médico puede diagnosticar raquitismo basado en una combinación de exámenes físicos, radiografías (que revelan el ensanchamiento y el “desgaste” de los extremos de ciertos huesos largos), y por medio de pruebas sanguíneas que revelan bajos niveles de fósforo y niveles normales o bajos de calcio con un nivel elevado de una enzima llamada fosfatasa alcalina. En ocasiones, se requieren pruebas adicionales de sangre para diagnosticar otras formas de raquitismo.

Crecimiento y baja talla

El Dr. Darío Teplesky, médico pediatra Especialista en Diagnóstico por Imágenes Sanatorio Mater Dei, expresó que “como pediatras sabemos que el crecimiento es el proceso fisiológico más característico de la edad pediátrica; y, además  sabemos, que aunque la talla adulta y la edad a la que ésta se alcanza están determinadas genéticamente, el resultado final puede variar dependiendo de la compleja interacción a lo largo de todo el período de crecimiento de factores genéticos y ambientales”.Según el especialista, “la  talla baja es un motivo de preocupación para los padres y es una  causa muy frecuente de consulta en pediatría y en endocrinología. En la mayoría de los casos, se tratará de variantes normales de talla baja que (salvo hallazgos patológicos) no requerirán tratamiento”.

Factores que influyen en el crecimiento normal

Existen factores internos y externos relacionados con el crecimiento de un niño. Los externos, son los nutricionales, los medioambientales, la educación que el niño recibe, la contención en su hogar, y respecto de los internos, “los que más predominan son  el genético, el hormonal, los factores de crecimiento y aquellos relacionados con las enfermedades adquiridas”.

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