Portal Garrahan: ¿A qué se considera maltrato infantil?
Lic. Marín: Se considera maltrato infantil a cualquier tipo de conducta abusiva contra un menor de 18 años que cause o pueda causar un deterioro en su salud o desarrollo, o que dañe su dignidad.
El maltrato infantil ha existido desde el principio de los tiempos y está presente en todas partes del mundo sin distinción de clases sociales. Generalmente se da en una relación de confianza, en donde los perpetradores son los adultos encargados de la crianza y los cuidados de los niños.
Cuando hablamos de maltrato infantil incluimos dentro de este término al maltrato físico, al maltrato psicológico, al abuso sexual, la negligencia y la explotación laboral o comercial. Desde hace ya varios años también se incluye como forma de maltrato infantil a la exposición que sufren muchos niños o adolescentes a episodios de violencia doméstica, o violencia de género.
Portal Garrahan: ¿Contamos con datos actualizados en nuestro país sobre esta problemática?
Lic. Marín: Según los datos de Unicef, en Argentina solo 3 de cada 10 hogares crían a sus niños sin ningún tipo de violencia. Sus encuestas relevaron que en el 63% de los hogares se utiliza agresión verbal hacia los niños, en el 40% algún tipo de castigo físico y en un 10% castigos físicos severos.
El año pasado solo el programa gubernamental de las victimas contra la violencia atendió casi 5000 casos de abuso sexual, de los cuales casi 2986 eran perpetrados hacia niños, niñas y adolescentes. Lo más grave es que casi un 60% de los abusos se daban dentro del propio hogar.
Esta problemática no es solo un problema de Argentina; una importante proporción de niños alrededor del mundo sufre de exposición temprana y crónica al maltrato infantil, viendo vulnerado su desarrollo psíquico y cerebral. Esto sin dudas afecta el adecuado desarrollo y condiciona las habilidades cognitivas y sociales presentes y futuras.
Portal Garrahan: ¿Cuáles son las consecuencias del maltrato infantil en la salud física y mental?
Lic. Marín: Al ser este tipo de maltrato perpetrado en la mayoría de los casos por las personas encargadas de los cuidados, causa especial sufrimiento provocando consecuencias tanto a corto como a largo plazo. Los niños víctimas de maltrato tienen mayor riesgo de padecer lesiones, enfermedades orgánicas y problemas de salud mental.
Entre los problemas de salud física es frecuente que sufran de traumatismos de diversa índole, quemaduras y enfermedades no transmisibles como por ejemplo problemas cardiovasculares, obesidad o malnutrición.
En los niños que sufren de abuso sexual, se agregan a estos problemas las enfermedades de transmisión sexual, y en el caso de las niñas y adolescentes problemas de salud materno infantil como los embarazos no deseados, complicados y hasta la muerte materno-fetal.
Con respecto al sufrimiento psíquico que acarrea, puede provocar un sinfín de problemáticas de salud mental. Es frecuente que al atender a estos niños nos encontremos con que un gran número de ellos sufre de algún cuadro de ansiedad, trastornos del sueño, quejas somáticas, enuresis y encopresis, es decir que se hacen pis o caca encima.
También pueden haber disminuido su rendimiento escolar o tener dificultades para relacionarse con otros o expresar su malestar con problemas de conducta. En los casos más graves también suelen aparecer síntomas de trastorno por estrés postraumático, trastornos de la conducta alimentaria, depresión o aislamiento social. Muchos niños y adolescentes incluso presentan conductas de riesgo, abuso de sustancias, autolesiones importantes o tienen intentos de suicidio.
Otra consecuencia no menos importante del maltrato infantil es que dada la exposición en el tiempo con el que suele darse, puede provocar tolerancia y naturalización de la violencia dando lugar a la repetición de modelos vinculares que reproduzcan estas conductas tanto como víctimas como victimarios.
«En Argentina solo 3 de cada 10 hogares crían a sus niños sin ningún tipo de violencia»
Portal Garrahan: ¿Cómo detectar el maltrato infantil (ya sea físico o psicológico)?
Lic. Marín: El maltrato infantil no es un problema de índole privado, eso de “con mis hijos hago lo que quiero” ya no va más. Los niños son seres humanos íntegros y tienen derechos que deben ser respetados. Esto implica que todos los adultos tenemos responsabilidades y obligaciones hacia los niños y su bienestar.
Algunos adultos, como los que trabajamos en salud o educación, ocupamos lugares privilegiados para detectar y detener estas situaciones, por lo tanto si observamos a algún niño que presenta algunos de los signos que recién mencionábamos debemos en principio preguntarnos si puede estar sufriendo algún tipo de maltrato, y si es así tomar las conductas protectoras que sean necesarias.
Por ejemplo en las instituciones de salud es mínimo el número de adultos que puede llegar a consultar pidiendo ayuda por su hijo maltratado, en cambio pueden hacer consultas frecuentes porque el niño “se accidenta mucho” o porque se hace pis encima, y esa es una oportunidad de detección.
En la escuela, los docentes deben procurar ser receptivos y estar disponibles para sus alumnos para, además de educar, ser referentes afectivos a los que puedan recurrir los niños y adolescentes si sufren algún tipo de abuso.
«El maltrato infantil no es un problema de índole privado»
Portal Garrahan: ¿Cómo podemos prevenir el maltrato infantil?
Lic. Marín: La verdad es que en Latinoamérica en general la inversión gubernamental para esta problemática resulta muy pobre. En nuestro país la mayoría de los programas existentes llegan tarde, para abordar las consecuencias de un maltrato o abuso que ya aconteció. Son muy pocos los dispositivos de prevención, tanto en el ámbito de salud, como en el educativo o social. Tampoco en el ámbito educativo está incluido curricularmente el tratamiento de esta problemática, ya vemos toda la discusión que hay en torno a la educación sexual integral, que no permitió hasta hoy su efectiva implementación.
Sobre todo en sociedades donde la violencia va en escalada, sería importante que la educación emocional forme parte de la currícula escolar desde el nivel inicial y acompañe a los chicos durante el resto de su trayectoria. Esto contribuiría enormemente a que tengamos futuras generaciones menos violentas con los niños, y con todas las personas en general.
Tengamos en cuenta que durante siglos existió una disposición social para tolerar la violencia hacia los hijos. Incluso hoy en día muchas personas aprueban los castigos físicos como medida disciplinaria, aunque sepamos que ese tipo de prácticas lo único que enseña es a resolver los conflictos de manera violenta, y a aceptar que hasta las personas que más queremos nos pueden lastimar. Al día de hoy, 7 de cada 10 chicos en nuestro país son disciplinados de forma violenta.
Por otro lado, muchos creen que todas las situaciones de violencia representan un problema que atañe solo a la justicia, o que el maltrato infantil tiene como única causa una actitud perversa por parte de los padres que merece ser castigada. Desconocen que muchos adultos tienen conductas inadecuadas con sus hijos por desconocimiento de otras modalidades vinculares, o de que necesidades o exigencias son acordes a cada etapa evolutiva. Otros padres se encuentran atravesando situaciones de gran presión o estrés que en determinados momentos pueden tomar forma de maltrato infantil. Estas personas no están muy lejos de nosotros, pueden ser nuestros familiares, vecinos o pacientes, está en manos de todos y cada uno de nosotros poder ser la ayuda o apoyo que necesitan para poder cumplir con su rol de forma adecuada.
Toda intervención que apunte a mejorar los conocimientos de los padres sobre el desarrollo infantil, a adoptar estrategias positivas en la crianza y resolver saludablemente los conflictos intrafamiliares, ayuda a reducir el maltrato infantil.
Por suerte, hoy en día, a partir de la lucha de varios colectivos sociales cada vez se ha ido visibilizando más tanto el fenómeno del maltrato infantil como el de la violencia hacia las mujeres. La visibilización cada vez mayor y la sensibilización en esta problemática es imprescindible para que todos podamos tomar una postura crítica y un papel activo para combatir todos los tipos de abusos hacia los niños.