La sangre cumple múltiples funciones necesarias para la vida como la defensa ante infecciones, la oxigenación de los tejidos, la distribución de nutrientes y el mantenimiento del estado de la coagulación. Para cumplir con todas éstas cuenta con diferentes tipos de células (glóbulos rojos, plaquetas, y distintas clases de glóbulos blancos) suspendidas en el plasma. Todas las células que componen la sangre se fabrican en la médula ósea y la fabrican solo los seres humanos, no hay hasta el momento avance científico ni tecnológico que haya podido reproducir las funciones de las células de la sangre a la escala que se necesita.
Diariamente en todos los hospitales, los pacientes necesitan transfusiones de sangre. En el Hospital Garrahan se llevan a cabo una enorme cantidad de intervenciones quirúrgicas, se atienden urgencias, se realizan trasplantes de órganos y tejidos, se tratan pacientes con grandes quemaduras y con enfermedades hematológicas y oncológicas, y gran parte de estos pacientes necesitan una transfusión de algún componente sanguíneo.
En Argentina la necesidad de componentes sanguíneos es de 1.000.000/año, lo que significa que, cada 2 minutos, una persona está en situación de necesitar una transfusión para salvar su vida o para poder atravesar, sin complicaciones, tratamientos complejos. Debido a que los componentes de la sangre tienen un vencimiento corto (las plaquetas tienen un vencimiento de 5 días y los glóbulos rojos de 42), para poder satisfacer esa demanda los Bancos de Sangre deben poner en marcha estrategias que estimulen a la población a acercarse a donar sangre de manera voluntaria y habitual, para mantener un inventario de sangre que permita que la misma esté siempre disponible.
La autosuficiencia de componentes de la sangre a través de donaciones voluntarias (personas que donan sangre altruistamente sin concurrir para un paciente en particular) es aún una meta pendiente en nuestro país. En un 65% el sistema se sostiene a través del modelo llamado “donación de reposición”, es decir, de personas que donan sangre por exigencia del centro de salud ante un familiar o amigo con potencial necesidad de transfusiones. Este modelo expone a la familia del individuo enfermo a la angustiante situación de tener que conseguir a sus donantes por sus propios medios, generando que la sangre no sea tan segura en términos infectológicos como la proveniente de donantes voluntarios y habituales. Los donantes de reposición acuden a cubrir un cupo, desesperados por la presión, muchas veces se sienten obligados a omitir información al contestar las entrevistas previo a la donación y no cuentan algunas cuestiones relacionadas con su salud o situaciones de riesgo a las cuales pudieron estar expuestos, porque no se pueden dar el lujo de no poder donar. Saber si un donante estuvo expuesto a un riesgo es muy importante, porque por más que se analiza toda la sangre, no es posible detectar una infección en una etapa muy temprana de la enfermedad. Y al no detectarse, la sangre se pone a disponibilidad para ser transfundida.
Es importante tener en cuenta que desde 2015 y a través de una Resolución Ministerial, en Argentina se prohibió la exigencia de donantes de sangre de reposición entendiendo como tal:
- 1- La exigencia de determinada cantidad de donantes de sangre para un paciente que necesite o no transfusiones para su tratamiento estando internado o en situación ambulatoria.
- 2- La exigencia de reposición de una cantidad de componentes sanguíneos transfundidos durante su internación o en forma ambulatoria a un paciente determinado.
En ese sentido, el Hospital Garrahan fue pionero: con la mirada centrada en los pacientes, desde 2011, decidió cambiar a un modelo de donación 100% voluntaria. Este logro que se sostiene gracias al amor y compromiso de los donantes y por haber implementado acciones en pos de acercar la posibilidad de donar a la comunidad: la organización de campañas de donación de sangre en universidades, municipios, empresas y escuelas, en las cuales se atienden a miles de donantes por año, en cada uno de esos lugares o a través del móvil de donación. De esa forma las personas donan en un ámbito conocido, distendido y sin tener que trasladarse hasta el Hospital.
Esta modalidad de atención permitió al Garrahan no tener la necesidad de exponer a las familias de los pacientes a traer sus donantes y además, a contar con sangre suficiente, segura (la prevalencia de infecciones que se transmiten por la sangre se redujo en 10 veces) y oportuna para todos los pacientes que la necesitan.