Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 1000 millones de jóvenes en todo el mundo corren riesgo de sufrir pérdida de la audición debido a prácticas auditivas inseguras.
La pérdida de audición que resulta de la exposición a ruidos fuertes, llamada pérdida de audición inducida por ruido, es motivo de especial preocupación para los niños, niñas y adolescentes de hoy. Una de las razones principales es el uso generalizado de tecnología de audio personal y otros dispositivos inteligentes.
Cuando no se usan de manera segura, los audífonos pueden presentar un peligro significativo para la audición. Por supuesto, estos dispositivos y accesorios también encabezan muchas listas de deseos navideños. Más allá de los obsequios tecnológicos, otros riesgos auditivos incluyen: juguetes ruidosos para las niñas y niños más pequeños, y reuniones ruidosas como fiestas y conciertos.
Tecnología ruidosa
Los auriculares, tabletas, teléfonos inteligentes y otros obsequios electrónicos, como consolas de juegos y máquinas de karaoke, pueden alcanzar niveles de sonido peligrosamente altos. Por eso es fundamental utilizarlos de forma segura:
- Supervise y enseñe a escuchar con seguridad. Esté atento al volumen de lo que escuchan sus hijos e hijas. Como regla general, pídales que mantengan los dispositivos a la mitad del volumen o menos, y que tomen descansos para escuchar cada hora, especialmente cuando usen audífonos. Incluso, unos minutos de silencio ayudarán a que sus oídos se recuperen.
- Modele buenos hábitos de escucha. Como adulto responsable, es fundamental que sea un buen modelo a seguir en lo que respecta a escuchar con seguridad.
- Elegir sabiamente ciertas funciones o productos puede ayudar con el control del volumen. Los audífonos con cancelación de ruido pueden ser una buena idea, ya que los niños y niñas no necesitarán subir el volumen para ahogar el ruido exterior.
- Preste atención al ajuste. Busque audífonos o auriculares que se ajusten bien al infante, lo que evitará la fuga de sonido y, nuevamente, reducirá la necesidad de subir el volumen para escuchar. Dato práctico: a una distancia de un brazo, su hijo que use audífonos aún debería poder escucharlo cuando le hagan una pregunta.
- Cuestione los auriculares y otros productos “seguros para los niños, niñas y adolescentes”. Es posible que vea auriculares y otros dispositivos electrónicos comercializados como seguros, porque limitan la salida máxima de sonido a un volumen más bajo de lo habitual. Pero algunos de estos productos aún superan el volumen de escucha seguro (75 decibeles). Lea atentamente las descripciones de los productos.
Juguetes ruidosos
Los juguetes diseñados para bebés, niños y niñas pequeños pueden ser lo suficientemente ruidosos como para causar daños auditivos, especialmente porque los infantes sostienen objetos cerca de su cara/oídos.
- Antes de ir a la juguetería o comprar en línea, consulte la lista más reciente de juguetes ruidosos de la Asociación de Vista y Audición.
- Escuche antes de comprar. Preste atención a lo fuerte que suena un juguete y considere una opción diferente si es necesario.
- Haga una modificación menor, que pueda hacer usted mismo. Una forma sencilla de reducir el ruido es colocar un trozo de cinta adhesiva sobre el altavoz. Como así también puede quitar las pilas, convirtiendo el juguete en un producto mucho más seguro para los oídos de su hijo o hija.
Ambientes y eventos ruidosos
Fiestas navideñas, conciertos, espectáculos y otras reuniones son parte de la temporada. Asegúrese de tener en cuenta el nivel de ruido.
- Utilice protección auditiva. Llevar tapones para los oídos ofrece una buena protección para la mayoría de los adolescentes y adultos cuando existe la posibilidad de que se produzcan ruidos fuertes. Esta es una forma económica, fácil y eficaz de preservar la audición de todos. Las niñas y niños pequeños deben usar orejeras que les queden bien en lugar de tapones para los oídos, ya que estos pueden representar un peligro de asfixia.
- Manténgase alejado de fuentes de ruido. No permita que las y los más pequeños se paren cerca de parlantes u otras fuentes de ruido. Intente pararse al menos a 150 metros de distancia de fuentes de ruido, como un altavoz o un escenario.
- Los zumbidos y el dolor son señales de que los oídos necesitan un descanso. Si su hijo o hija se queja, se tapa los oídos o parece incómodo, considere salir temprano.
- Descarga una aplicación de sonómetro. Hay muchas aplicaciones gratuitas disponibles para medir los niveles de ruido. Aquí hay un ejemplo.
Efectos prevenibles, pero irreversibles, sobre la audición
A diferencia de otras formas de pérdida auditiva, los cambios auditivos inducidos por el ruido se pueden prevenir. Sin embargo, una vez que ocurre, es irreversible. Aproximadamente el 15% de los niños y niñas en edad escolar tienen pérdida auditiva en uno o ambos oídos. Si no se aborda, la pérdida auditiva puede provocar problemas académicos, sociales y de conducta.
Hospital Garrahan
En Argentina está determinado por Ley que los bebés deben tener una primera evaluación auditiva en la institución donde nacen. De todas formas, es muy importante que el estudio se repita periódicamente durante la infancia.
A partir de esta práctica no invasiva, el servicio de Otorrinolaringología del Garrahan diagnostica anualmente unos 2200 casos de hipoacusia.
Por eso es tan importante el rol de las y los pediatras en la detección de problemas auditivos, que en su mayoría tienen orígenes genéticos. En algunas ocasiones, las dificultades son confundidas con etapas del desarrollo madurativo, retrasando el tratamiento que debe aplicarse a un niño o niña con cierto grado de hipoacusia.
En este sentido, el servicio de Otorrinolaringología sostiene que la primera evaluación auditiva es fundamental para lograr un correcto tratamiento.
Detección temprana de la pérdida auditiva
La detección e intervención temprana minimizan las consecuencias de la pérdida de audición, y contribuyendo a la inclusión social, escolar y laboral de las personas en las distintas etapas de la vida.
El Ministerio de Salud de la Nación recuerda la importancia de detectar a tiempo la pérdida auditiva, a fin de que quienes lo necesitan puedan acceder a los apoyos e intervenciones más oportunos.
En nuestro país, toda persona recién nacida tiene derecho a un estudio de audición gratuito en los primeros días de vida, llamado Otoemisiones Acústicas (OEA). El análisis de su resultado forma parte de los primeros controles de salud del bebé, por lo que si no fue realizado antes de salir de la maternidad, debe solicitarse un turno y determinar un lugar para realizar el estudio.
La pérdida de audición puede deberse a causas genéticas, complicaciones en el parto, algunas enfermedades infecciosas, infecciones crónicas del oído, empleo de determinados fármacos, exposición al ruido excesivo y envejecimiento.
Los niños y niñas con pérdida auditiva necesitan mayor asistencia escolar. Para una experiencia de aprendizaje óptima es importante el control periódico de los oídos de los niños y niñas y su tratamiento según cada situación particular.
Algunas estrategias de prevención para evitar daños en la audición consisten realizar el tamizaje auditivo a los recién nacidos, vacunar a los niños contra las enfermedades de la infancia, realizar los controles durante el embarazo, evitar el uso de medicamentos que puedan ser nocivos para la audición y consultar al equipo de salud ante signos de alarma.
Para proteger la audición durante todas las etapas del curso de vida es necesario evitar los sonidos intensos y constantes porque deterioran la capacidad de oír. Esto implica moderar el volumen de auriculares y parlantes, así como utilizar protección auditiva en los entornos laborales ruidosos
Fuentes
Organización Mundial de la Salud
Hospital Garrahan
Ministerio de Salud