La aspiración de un CE (cuerpo extraño) orgánico es un evento común en los niños y puede dar lugar a complicaciones graves. Un número considerable de padres carecen de conocimientos sobre los riesgos de asfixia, por ello, la prevención es mejor que el tratamiento.
La aspiración de un cuerpo extraño sigue siendo un problema pediátrico frecuente y potencialmente grave. La mayoría de los cuerpos extraños en la vía aérea son orgánicos. La educación de los padres y cuidadores sobre los riesgos de asfixia y cómo evitarla es un elemento crucial para reducir la incidencia de estos eventos, en este sentido, el rol del pediatra es clave para promover la prevención. Se señalan las características principales de los alimentos peligrosos y se presentan recomendaciones sobre comidas apropiadas para la edad, formas adecuadas de preparación de los alimentos y hábitos de alimentación seguros con el fin de disminuir su aspiración.
Consecuencias de aspiración de un CE
La aspiración de un cuerpo extraño (CE) es un evento evitable, que se observa principalmente en menores de 4 años. En este grupo etario, la obstrucción de la vía aérea por un CE produce el 7% de las muertes. No solo puede originar la muerte de manera inmediata, sino que, en ocasiones, es causa de lesiones cerebrales graves debidas a la hipoxia. También puede producir enfermedad respiratoria crónica (atelectasias, neumonías, bronquiectasias).
Datos relevantes
La mayoría de los CE que se aspiran son orgánicos. Los alimentos representan del 60% al 80% de los CE en la vía aérea en los niños, y los más comunes son las semillas y los frutos secos (principalmente, semillas de girasol y maníes). Con menor frecuencia, son causa de aspiración otros tipos de alimentos, así como una diversidad de objetos inorgánicos pequeños (partes de bolígrafos y de juguetes). Se estima, que en Estados Unidos de América (EE.UU.), muere un niño cada 5 días con relación a episodios de sofocación con CE de origen alimentario. La mayoría de los episodios de asfixia ocurren bajo la supervisión de adultos, lo que sugiere que los padres y los cuidadores del niño no reconocen adecuadamente situaciones de riesgo y objetos peligrosos.
Rol del pediatra
Los pediatras son una fuente de información confiable, y son fundamentales para promover la prevención de la aspiración de CE. La mayor conciencia pública, a través de campañas en los medios de comunicación y la educación de los padres y cuidadores, podrían reducir la incidencia de la morbimortalidad relacionada con la aspiración de un CE.
Epidemiología
La tasa de mortalidad y la prevalencia de enfermedades causadas por la aspiración de un CE son más altas en los niños, debido a que su vía aérea es relativamente estrecha y a poseen aún, mecanismos de protección inmaduros. Los niños menores de 4 años son las víctimas prevalentes, por numerosas razones que incluyen: la exploración del ambiente por medio de la boca, la deglución inmadura, la dentadura incompleta y la tendencia a la distracción mientras comen; sin embargo, se ha señalado que el problema es relevante hasta los 14 años. Es discretamente más común en varones.
La mayoría de los episodios de asfixia se producen durante la comida o el juego, y, aproximadamente, el 60% de los casos son presenciados por adultos. La alta presencia de adultos en el momento de la aspiración demuestra que la prevención primaria tiene un rol clave para evitar este tipo de lesiones.
Características de los alimentos peligrosos
La gravedad de las lesiones por la aspiración de un CE de origen alimentario está estrictamente relacionada con las características particulares de los alimentos, tales como el tamaño, la forma, la consistencia y la textura, que los hacen propensos a la obstrucción completa de la vía aérea.
Las semillas y los frutos secos son los CE más documentados, así como también los más frecuentemente involucrados en los casos que presentan complicaciones y requieren hospitalización. Sin embargo, los CE más a menudo asociados con resultados fatales son las salchichas, seguidas por los caramelos duros y las uvas.
Por su contenido oleoso, generan una reacción inflamatoria importante en el árbol bronquial (neumonía lipoidea), que contribuye a la obstrucción temprana de la vía aérea, mientras que la identificación y la extracción endoscópica del objeto son más difíciles.
Otros CE no se atascan y pueden generar granulomas (maní). Las semillas que se hidratan (maíz, poroto) se deben extraer lo antes posible, ya que, al absorber humedad, aumentan su tamaño y pueden obstruir la vía aérea.
Tanto los alimentos pequeños (frutos secos y semillas) como los grandes (salchichas, trozos de frutas y verduras crudas) son peligrosos: los primeros pueden llegar a la vía aérea antes de que el niño pueda masticarlos, y los voluminosos (ya sea por estar mal cortados o mal masticados) son difíciles de mover en la boca y pueden detenerse a nivel de la supraglotis. Los CE esféricos y cilíndricos (como las uvas, las aceitunas y los tomates cherry) son, a igual volumen, más peligrosos, ya que se amoldan a las cavidades de la vía aérea y la obstruyen completamente.Los alimentos duros (caramelos), con propiedades de alta elasticidad o lubricidad, representan un nivel significativo de riesgo. Las texturas más peligrosas son la fibrosa (apio), la pegajosa (mantequilla de maní) y la comprensible (salchichas). Los alimentos duros y fibrosos son difíciles de masticar por la falta de molares, los comprensibles son extremadamente peligrosos porque pueden deslizarse hacia la hipofaringe antes de ser masticados y los pegajosos son difíciles de eliminar si quedan atascados en la vía aérea. Los huesos, con sus bordes afilados, plantean un riesgo significativo de laceración y perforación.
Evitar los alimentos peligrosos
Hay algunos alimentos peligrosos que se pueden preparar con el fin de hacerlos más seguros, mientras que otros deben ser evitados hasta que el niño madure. Debe destacarse la falta de conocimiento de este problema en el ambiente familiar, e incluso, escolar. Muchas veces, los alimentos peligrosos están presentes en todo tipo de celebraciones, incluidos los cumpleaños infantiles. Existe un gran desconocimiento sobre la edad de introducción de los frutos secos en la dieta infantil. En el marco del Proyecto Susy Safe en Argentina, se observó que la edad media de los niños que aspiraron semillas de girasol y maníes fue de 3 años y de 2,7 años, respectivamente. Es importante educar y concientizar a los padres sobre el riesgo de dar frutos secos y semillas a menores de 4 años, ya que, a esa edad, no son capaces de masticar y deglutir con alto grado de coordinación. También se aconseja evitar a esta edad los caramelos duros o pegajosos, la goma de mascar, los bombones y las pastas espesas (crema de chocolate, mantequilla de maní), ya que representan un riesgo de asfixia significativo y no añaden ningún valor nutritivo a la dieta del niño.
Hospital Garrahan
Según la Guía de Recomendaciones para la Comunidad elaborada por el Hospital Garrahan, la comida u objetos pequeños como juguetes pueden obstruir la vía aérea.
• Si es leve, deje toser al niño y llame a la ambulancia.
• Si es grave, llame a la ambulancia y realice compresiones abdominales rápidas hasta que el objeto salga o el niño pierda el conocimiento, en ese caso inicie RCP si sabe cómo hacerlo.
• Si se trata de un lactante administre 5 palmadas en la espalda y 5 compresiones con golpes secos en el tórax.
¿Qué hacer?
La implementación de estrategias de educación con respecto a conductas seguras es fundamental para prevenir lesiones y necesita ser promovida por los profesionales de la salud. El rol del pediatra es clave para promover la prevención de la aspiración de CE. En todas las visitas, el pediatra debe informar sobre comidas apropiadas para la edad, formas de preparación de los alimentos para reducir el peligro de asfixia, situaciones de riesgo y control del acceso a objetos peligrosos.
Fuentes
Recomendaciones sobre la prevención de la aspiración de cuerpos extraños orgánicos
Guía de Recomendaciones para la Comunidad, del Hospital Garrahan elaborada por la Sociedad Argentina de Pediatría-SAP-