El desarrollo de los sentidos comienza antes de nacer. Pero es alrededor de los 9 meses de vida posteriores al nacimiento cuando comienza a desarrollarse el lenguaje. La audición es la vía habitual para adquirir el lenguaje, que, a su vez, es la principal herramienta para que el niño o niña aprenda , además de desempeñar un papel central en el pensamiento y en el conocimiento.
La capacidad para discriminar entre los ruidos ambientales aquellos que son significativos para su lengua es un proceso que comienza a los 6 meses de vida fetal y llega a la madurez al año de vida.
El vocabulario se amplía cada vez más durante los primeros tres años de vida y a mayor estímulo (traducido en exposición a palabras) que recibe un individuo, más precozmente este amplía su vocabulario. Pero todos los niños (con mayor o menor repertorio) logran el desarrollo del lenguaje a los 3 años, siempre y cuando su audición esté conservada.
¿Qué es la hipoacusia?
La hipoacusia es la disminución de la capacidad de percibir el sonido y puede ser parcial o total. Cinco de cada 1.000 recién nacidos (RN) tienen alguna incidencia de hipoacusia, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es importante destacar que en el 80% de las sorderas infantiles están presentes en el momento del nacimiento y que en el 95% de las niñas y niños sordos no hay antecedentes familiares de hipoacusia.
Además es fundamental saber que no solo es necesario “escuchar” adecuadamente el sonido sino también que es imprescindible poder discriminarlo de manera que tenga sentido para el que lo percibe. La pérdida de la audición puede afectar, además del desarrollo del lenguaje oral del individuo, su desarrollo intelectual, emocional y social.
Cada elemento del sistema auditivo (oído externo, oído medio, oído interno, nervio auditivo, centros auditivos del cerebro, corteza auditiva), realiza funciones muy concretas, que transmite a su vez al siguiente elemento, como eslabones de una cadena. Cuando uno o varios elementos del sistema auditivo no realiza su función o lo hace de manera incompleta, se altera el mecanismo de la audición y se produce una pérdida auditiva.
Parte del equipo del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Garrahan.
¿Cómo se clasifican los distintos tipos de hipoacusias?
Momento de aparición:
- Hipoacusia prelocutiva: presente desde el nacimiento o primeros meses de vida.
- Hipoacusia perilocutiva: se manifiesta durante el período de adquisición del lenguaje.
- Hipoacusia poslocutiva: aparece una vez que el lenguaje oral ya está instaurado.
Intensidad:
- Hipoacusia leve: de 20 a 39 dbs HL. Sólo surgen problemas de audición para la voz de baja intensidad y en un ambiente ruidoso.
- Hipoacusia moderada: de 40 a 69 dbs HL. Hay dificultades para comprender la palabra a distancia y en ambientes ruidosos. Puede existir retraso en la adquisición del lenguaje, problemas en la producción de sonidos y dificultades en el aprendizaje
- Hipoacusia severa: de 70 a 89 dbs HL. Sólo se oye la voz muy fuerte. NO se producirá un desarrollo espontáneo del lenguaje.
- Hipoacusia profunda: >90 dbs HL. Toda la comprensión depende de la lectura labial.
Localización:
- Hipoacusias conductivas o de transmisión donde la lesión se encuentra en el oído externo o medio. En el niño la principal causa es la otitis serosa. Puede producir pérdida de la audición leve-moderada.
- Hipoacusia neurosensorial describe dos problemas diferentes: pérdida sensorial que atañe al oído interno y pérdida neuronal que atañe al nervio auditivo. Es la más grave e irreversible, por lo que es fundamental que su detección sea en el período neonatal para que a los 6 meses de vida esté en tratamiento.
- Hipoacusia mixta es una combinación de hipoacusia conductiva e hipoacusia neurosensorial, por lo que la lesión se encuentra en oído externo, medio e interno.
¿Cuáles son los signos de alarma para detectar hipoacusia?
El pediatra debe observar el desarrollo auditivo y del lenguaje sobre la base de las conductas auditivas y lingüísticas correspondientes a cada edad. La falta de las respuestas esperadas según la etapa del desarrollo en que se encuentre ese niño/a debe hacer sospechar al pediatra una pérdida auditiva y actuar en consecuencia.
Pruebas de detección precoz de hipoacusia
Actualmente se dispone de técnicas sencillas, de fácil manejo y con suficiente eficacia para ser utilizadas para la detección precoz de hipoacusia: las Otoemisiones Acústicas Evocadas (OEA), los Potenciales Evocados Auditivos de Tronco Cerebral (PEAT) y los Potenciales Evocados Automatizados (ABR).
Pruebas de screening neonatal. Las pruebas de screening neonatal de hipoacusia intentan identificar el problema en el período prelocutivo (cuando el déficit auditivo aparece antes de la adquisición del lenguaje). En estas pruebas, el 50% de las hipoacusias son de causa genética, 25% de causa ambiental (perinatológica y/o infecciosa principalmente) y 25 % de causa desconocida. Entre las hipoacusias de causa genética, el 75-80% no forman parte de ningún síndrome (son autosómica recesivas).
«La detección precoz dentro del primer mes de vida, el diagnóstico dentro de los 3 meses y el inicio del tratamiento en los primeros 6 meses son cruciales para disminuir o evitar las alteraciones y secuelas asociadas a la hipoacusia».
El diagnostico precoz acompañado de la intervención temprana permite que los niños alcancen un desarrollo normal.
*Esta nota fue producida en conjunto con las doctoras del Hospital Garrahan: María Emilia González Macchi (médica otorrinolaringóloga) y Ana Zubieta (médica pediatra).