La lactancia materna, fundamental en la primera hora de vida

La leche materna es el mejor alimento para un bebé, previene enfermedades, y beneficia a la madre, al niño y a la sociedad. Es inocua, contiene anticuerpos que protegen a niños y niñas de las enfermedades más frecuentes en la infancia y previene la diarrea y neumonía, las dos causas principales de mortalidad infantil en el mundo. Sin embargo, únicamente un tercio de los bebés reciben lactancia materna en forma exclusiva durante los primeros 6 meses de vida. Y únicamente tres de cada cinco bebés es alimentado con leche materna en su primera hora de vida.

“El calostro es la primera leche que produce la madre inmediatamente después del parto y se considera una vacuna natural”

Los datos surgen del último informe de la UNICEF/ OMS sobre el inicio temprano de la lactancia materna, publicado en 2018. Los datos de la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud de la actual Secretaría de Salud de la Nación indican que el 95% de los bebés en Argentina inicia la lactancia materna tras su nacimiento. Pero, solo el 50% continúa amamantando a los 12 meses de vida.

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El inicio inmediato de la lactancia materna, es decir amamantar a los recién nacidos dentro de la primera hora de vida, es una medida de importancia crítica para la supervivencia del bebé y también para garantizar la adherencia a la lactancia a largo plazo, con todos los beneficios para el crecimiento durante la infancia que esto implica. Según el informe de la OMS, cuando la lactancia materna se inicia más tarde, las consecuencias pueden poner en riesgo la vida del bebé. De hecho, cuanto más tiempo deban esperar los recién nacidos, mayor es el riesgo.

“Los recién nacidos a los que se amamanta dentro de la primera hora después del parto tienen más probabilidades de sobrevivir”.

Las primeras horas y días de vida constituyen uno de los períodos de mayor riesgo para la vida de cualquier niño/a; pero iniciar la lactancia materna de forma inmediata es una poderosa línea defensiva. Los recién nacidos a los que se amamanta dentro de la primera hora después del parto tienen más probabilidades de sobrevivir, mientras que los que deben esperar hacen frente a consecuencias que amenazan sus vidas.

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Los niños y niñas que no reciben leche materna dentro de la primera hora de vida también corren un riesgo mayor de presentar infecciones comunes, tos, dificultades respiratorias. Entre otras. Un dato fundamental a tener en cuenta es que los bebés nacen listos para lactar: el reflejo de succión les permite alimentarse con leche materna inmediatamente después del parto. Además de ser extremadamente rica en nutrientes y anticuerpos, la leche materna que los recién nacidos consumen durante los primeros días –llamada calostro– actúa como primera “vacuna”, suministrando un escudo protector contra las enfermedades y la muerte.

“Únicamente tres de cada cinco bebés es alimentado con leche materna en su primera hora de vida”.

La lactancia materna dentro de la primera hora de vida después del nacimiento, salva la vida de muchos bebés y genera beneficios que durarán toda la vida. “Cuanto más tiempo deban esperar para alimentarse con la leche de su especie, mayores son los riesgos. El calostro es lo primero y lo más importante que debe recibir un recién nacido”, afirma la jefa del servicio de Nutrición del Hospital Garrahan, María Beatriz Araujo.

Calostro: beneficios de un superalimento

El calostro es la primera leche que produce la madre inmediatamente después del parto. Es espeso y puede ser transparente o amarillo pegajoso. No existe nada que necesite un bebé recién nacido además de este superalimento que produce la madre y que tiene tantos beneficios que pediatras y obstetras lo han llamado “una vacuna natural”.

Pero, ¿cuáles son todos los beneficios de este superalimento?:

  • Tiene todos los elementos necesarios para nutrir al niño o niña desde su nacimiento.
  • Protege al niño o niña contra infecciones y otras enfermedades.
  • Los niños que toman calostro son bebés más sanos.
  • Tiene las dosis de vitamina A y otros micronutrientes que son necesarios desde el nacimiento.
  • Protege al niño o niña contra infecciones y otras enfermedades a las cuales la madre ha sido expuesta.
  • Es un purgante natural porque limpia el estómago del recién nacido.
  • Es la “primera vacuna”: una potente inyección de defensas contra múltiples enfermedades.
  • Disminuye el riesgo de muerte súbita: provee aminoácidos que evitan las apneas (falta de ingreso de oxígeno al organismo) y genera micro despertares.
  • La lactancia materna estimula el desarrollo cerebral de los niños y los protege contra el sobrepeso y la obesidad.