Cuando hace mucho calor, el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura y ésta puede elevarse a más de 37°C debido a la deshidratación, la disminución de la sudoración y el desajuste del centro cerebral encargado de controlarla. En esta situación se produce el agotamiento por calor y, si persiste, puede evolucionar a un problema conocido como golpe de calor.
La ola de calor es un estado del tiempo con altas temperaturas y humedad, que abarca grandes zonas del país y que persiste durante varios días sucesivos. El Ministerio de Salud de la Nación recomienda especial cuidado con adultos mayores, bebés, niños de hasta 5 años, personas embarazadas y en lactancia, aquellas que presentan alguna enfermedad crónica o con sobrepeso, que se encuentran expuestas al calor en su ambiente laboral o que viven en situación de calle.
Es importante considerar las alertas tempranas del sistema meteorológico. El mismo presenta una clasificación de niveles ascendentes o de colores:
1. Verde: no hay peligro para la salud de la población.
2. Amarillo: los días pueden ser peligrosos para los grupos de riesgo como los bebés, niños pequeños y las personas mayores de 65 años.
3. Naranja: se recomienda no realizar deportes ni actividad física al aire libre.
4. Rojo: son situaciones excepcionales y pueden afectar a todas las personas.
¿Qué son el agotamiento por calor y el golpe de calor?
Cuando hace mucho calor, el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura.
El agotamiento por calor y el golpe de calor son trastornos ocasionados por el aumento de la temperatura del cuerpo como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas y humedad o el esfuerzo físico intenso (ejercicios) en altas temperaturas.
El golpe de calor es una forma grave de lesión y la temperatura del cuerpo alcanza los 40°C o más y el agotamiento por calor es un estadio previo al mismo.
¿Cuáles son los síntomas?
– Hay que reconocer el agotamiento por calor para prevenir una situación más grave, para ello es importante estar alerta a los siguientes síntomas, consultar al médico y tomar conductas activas:
- Sudoración excesiva.
- En los bebés, puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues de los codos y la zona del pañal (sudamina).
- Piel pálida y fresca.
- Sensación de calor sofocante.
- Sed intensa y sequedad en la boca.
- Calambres musculares.
- Agotamiento, cansancio o debilidad.
- Dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos.
- Dolores de cabeza.
- Irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños).
- Mareos o desmayos.
– Síntomas del golpe de calor – situación muy grave:
• Temperatura del cuerpo 39°C – 40°C o mayor (medida en la axila).
• Piel roja caliente y seca (se agota la transpiración).
• Respiración y frecuencia cardíaca acelerada.
• Dolor palpitante de cabeza.
• Alteración del estado mental y del comportamiento como: vértigos, mareos, desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento.
• Convulsiones.
¿Quiénes son los más vulnerables?
Los que tienen mayor riesgo son:
• Los menores de 5 años, y más aún los menores de 1 año.
• Los niños con enfermedades crónicas: cardíacas, renales, mentales o neurológicas y otras.
• Los niños con fiebre por otra causa o diarrea.
• Los niños que presentan obesidad o desnutrición.
• Los niños que tienen la piel quemada por el sol.
¿Cómo prevenir estos cuadros?
El Hospital Garrahan recomienda tomar medidas para prevenir golpes de calor en bebés, niños y adolescentes (especialmente en quienes padecen enfermedades crónicas).
Los golpes de calor pueden ser graves y, si no se tratan, son propensos a provocar daños permanentes o la muerte.
– Algunos síntomas de un golpe de calor son:
– Temperatura corporal de 39°C o más.
– Piel roja, caliente y seca.
– Respiración y frecuencia cardíaca acelerada.
– Dolor de cabeza.
– Mareos.
– Náuseas.
– Confusión.
– Pérdida de conocimiento.
Si un niño está sufriendo un golpe de calor, se recomienda:
• Bajar la temperatura.
• Mojar su ropa con agua fría.
• Ofrecer agua fresca, bebidas “deportivas” o sin alcohol y sin cafeína.
• Colocar compresas de hielo o toallas húmedas frías en el cuello, las axilas y la ingle.
• Cubrirlo con sábanas frías y húmedas.
• Llamar a urgencias si los síntomas no remiten.
Medidas preventivas para los jóvenes y adolescentes:
– No consumir bebidas con alcohol, ya que aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido (no es conveniente tomar cerveza para aliviar la sed y el calor).
– Evitar los esfuerzos físicos o actividades deportivas exigentes.
– Sentarse y descansar cuando sientan mareos o fatiga.
– Recordar las recomendaciones generales sobre la hidratación y la alimentación, y refrescar el cuerpo.
¿Qué hacer ante un golpe de calor?
Frente a un cuadro muy grave:
- Llamar inmediatamente a un servicio de emergencia o llevar al niño sin demora hasta el Centro de Salud más cercano.
- Llevar al niño inmediatamente a un lugar fresco y ventilado, si es posible con aire acondicionado frío.
- Quitarle la ropa al niño y enfriarlo rápidamente mojando con agua fría todo su cuerpo.
- Darle de beber agua al niño, si está consciente.
Qué no hacer ante un golpe de calor:
- No administrar medicamentos antifebriles.
- No friccionar la piel del niño con alcohol (porque causa intoxicación).
Fuentes:
– Hospital Garrahan.
– OSPEDYC.
– Ministerio de Salud de la Nación.