Con el objeto de contribuir a la formación de numerosos docentes tanto de las provincias de
la Argentina, como de países limítrofes, Fundación Garrahan imparte desde el año 2000
cursos para la formación de docentes que así los requerían y, una Diplomatura desde el año 2010.
Así, como respuesta a esta inquietud, hoy se encuentran escuelas hospitalarias y
domiciliarias en todo el país como nuevas estrategias de enseñanza y aprendizaje para los
chicos y chicas que lo requieran.
Teniendo en cuenta que la Educación Especial es la modalidad destinada a asegurar el
derecho a la educación de las personas con discapacidades, temporales o
permanentes, en todos los niveles y modalidades del sistema, el 9 de agosto de 1949,
se crea en nuestro país la Dirección de Educación Especial en el marco de la
“Declaración de los Derechos Humanos” que reafirma el Derecho que todas las
personas tienen a la educación.
¿Qué significa Educación Especial?
La Educación Especial refiere a la atención de los niños, niñas y jóvenes con
necesidades educativas especiales con base en algún tipo de discapacidad, lo que
garantiza su trayecto educativo desde la primera infancia y hasta la adultez a través del
conjunto de todas las posibilidades que presenta en servicios y escuelas especiales o
comunes. En este sentido, las políticas educativas actuales, toman a la inclusión como
parte fundamental lo que conduce a pensar en estrategias y alternativas para todos y
todas las personas que presenten alguna discapacidad.
“Si un niño no aprende de la manera que enseñamos, quizás debamos enseñar en la manera
que él aprende” Rita Dunn.
“La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”
Paulo Freire.
“Un niño, un profesor, un lápiz, y un libro, pueden cambiar el mundo” Malala Yousafzai.
Un fragmento de la Declaración de Salamanca para leer con atención es el siguiente:
“Creemos y proclamamos que:
• Todos los niños de ambos sexos tienen un derecho fundamental a la educación y debe
dárseles la oportunidad de alcanzar y mantener un nivel aceptable de conocimientos,
• cada niño tiene características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje que le
son propios,
• los sistemas educativos deben ser diseñados y los programas aplicados de modo
que tengan en cuenta toda la gama de esas diferentes características y necesidades,
• las personas con necesidades educativas especiales deben tener acceso a las escuelas
ordinarias, que deberán integrarlos en una pedagogía centrada en el niño, capaz de satisfacer
esas necesidades,
• las escuelas ordinarias con esta orientación integradora representan el medio más eficaz
para combatir las actitudes discriminatorias, crear comunidades de acogida, construir una
sociedad integradora y lograr la educación para todos; además, proporcionan una educación
efectiva a la mayoría de los niños y mejoran la eficiencia y, en definitiva, la relación costo-
eficacia de todo el sistema educativo”.
Conferencia Mundial de Educación para Todos de Jomtien
A nivel internacional, en el año 1990 se lanzó el movimiento Educación para Todos (EPT) en el
marco de la Conferencia Mundial de Educación para Todos. La Conferencia fue realizada en
Jomtien, Tailandia, y culminó con la Declaración Mundial de Educación para Todos
(Declaración Mundial de Educación para Todos, Jomtien 1990).El trabajo de análisis de esta
Conferencia permitió diagnosticar tres problemas fundamentales:
• Las oportunidades educativas eran limitadas, muchas personas tenían poco o ningún acceso
a la educación.
• La educación básica estaba concebida en términos restringidos de alfabetización y cálculo,
más que como una base más amplia de aprendizajes para la vida y la ciudadanía.
• Ciertos grupos marginales, personas con discapacidad, miembros de grupos étnicos y
minorías lingüísticas, niñas y mujeres, entre otros, enfrentaban el riesgo de ser totalmente
excluidos de la educación.
UNESCO define la educación inclusiva como: “un proceso de fortalecimiento de la capacidad
del sistema educativo para llegar a todos los educandos; por lo tanto, puede entenderse como
una estrategia clave para alcanzar la EPT. Como principio general, debería orientar todas las
políticas y prácticas educativas, partiendo del hecho de que la educación es un derecho
humano básico y el fundamento de una sociedad más justa e igualitaria.” (UNESCO 2009)
En ese contexto de inclusión podemos referirnos a la Modalidad hospitalaria y domiciliaria
como respuesta a la necesidad de atender a los niños, niñas y adolescentes que antes eran
enfermos agudos y que debido a los progresos tecnológicos y farmacológicos de la medicina,
hoy son enfermos crónicos que pueden reinsertarse en forma plena a la vida común, y donde
un alto grado de desinformación obtura su reingreso a las escuelas del sistema. Ahora, sus
padecimientos crónicos hacen necesario que permanezcan internados o lejos de su hogar
para recibir cuidados o tratamientos complejos durante tiempos prolongados.
Frente a esta realidad aparece la necesidad de generar nuevas estrategias y adaptar otras
para abordar estos nuevos problemas: “¿cómo cuidamos los aspectos sanos de nuestros
niños enfermos?”.
En el año 2000, la Carta Europea sobre el Derecho a la atención educativa de los niños, niñas y
adolescentes enfermos, expresa entre sus diez puntos: “la enseñanza sobrepasará el contenido
específico del curriculum ordinario, incluyendo temas relacionados con las necesidades
específicas derivadas de la enfermedad y de la hospitalización”.
En nuestro país los derechos contenidos en la Convención sobre los Derechos del Niño hospitalizado (1990),
expresan claramente el derecho a “mantener su escolaridad y disfrutar de recreación”.
Creada en 1940, la escuela hospitalaria ha recorrido un largo camino, acompañando con nuevas estrategias
pedagógicas, los cambios epidemiológicos de los padecimientos de los niños. La palabra maestro-pedagogo,
identifica al que guía al niño, al que lo asiste y cuida enseñando y fortaleciendo la autonomía y el
autocuidado.
Pedagogía hospitalaria
La pedagogía hospitalaria como parte de la pedagogía social, se ocupa de atender desde
instancias educativas, necesidades y problemas humano-sociales originados en el ámbito de
los hospitales y genera una relación particular: maestro hospitalario-paciente alumno. La
misma sostiene el deseo de aprender y acompaña las diferentes etapas de enfermedad-
tratamiento a los que se ven sometido, al incluir las actividades escolares dentro de la atención
de la salud. Posibilita a través de su desarrollo permanente el hecho vital por excelencia e
irreemplazable de la infancia: el aprendizaje.