El control voluntario de esfínteres se inicia en las personas a los 15 y 18 meses de edad, y se establece entre los 18 meses y los 3 años. Y a medida que van madurando en este control, pasan por distintas etapas que van desde poder percibir y transmitir el “hacerse pis o caca” hasta finalmente decidir ir al baño.
Control de esfínteres
El control de esfínteres depende de un complejo sistema que requiere un tiempo de maduración adecuado y está muchas veces condicionado por pautas culturales. Se aconseja comenzar el entrenamiento de dicho control alrededor de los 2 años de vida, momento en el cual el niño adquiere mayor independencia, obtiene logros en el desarrollo que permiten que se comprenda lo que expresa y entiende lo que se le pide (en cuanto a su área motora, puede caminar y mantenerse sentado en una sillita). Es recomendable que este tiempo no coincida con otras situaciones estresantes (mudanzas, separaciones, nacimiento de un hermano).
En el período en el cual el pequeño va madurando, con respecto al control de esfínteres, se pueden diferenciar 4 etapas:
1. Percibe y puede transmitir: “me hice pis, me hice caca”.
2. Luego puede darse cuenta y transmitir que está por hacerse pis o caca, pero no puede controlar ni retener.
3. Más adelante puede retener y decidir la expulsión: “quiero hacer pis”.
4. Finalmente decide por sí mismo ir al baño.
Es conveniente que el control de esfínteres se realice en forma progresiva. Para ello se requiere ser paciente con el niño (no imponerle castigos) y felicitarlo en sus logros, entendiendo que es un proceso que requiere madurez física y del desarrollo intelectual del mismo.
Pañales
Al nacer, el bebé elimina su primera caca (meconio), de color negruzca y de característica gomosa, dentro de las primeras 24 horas de vida –luego el color va variando del verde al amarillo a medida que crece–.
Los recién nacidos ensucian entre 6 y 8 pañales diarios, lo cual nos sirve para comprobar que están hidratados y bien alimentados.
El cambio del pañal es una instancia para el contacto y la estimulación del bebé.
– Recomendaciones a la hora de cambiar el pañal:
• Utilizar cambiador de material fácil de limpiar.
• Preparar los elementos necesarios, previo al cambio del pañal (óleo calcáreo, algodón, muda de ropa limpia).
• Higienizar con algodón y óleo calcáreo o aceite de cocina (de esta manera se forma una capa que protege la piel del bebé previniendo la dermatitis). No se aconseja lavar con agua en cada cambio de pañal ya que la piel se irrita y se lesiona.
• Elegir el tamaño adecuado (holgado) de pañal (deben caber uno o dos dedos entre el pañal y el abdomen del bebé).
• Mantener seco y limpio al bebé, cambiar el pañal lo más pronto posible luego de que se ensucie (con pis o caca), y no olvidar de higienizar los pliegues.
• Reconocer la dermatitis, que es una lesión inflamatoria de la piel que puede provocar sarpullido o brote de color rojo brillante, o descamación de color rojo vivo en la zona genital (en los casos más severos se pueden observar ampollas, úlceras o pus).
• En caso de que sea necesario, consultar con el médico el uso de cremas adecuadas (no se recomienda la utilización de talco y maizena).
Vestimenta
– Recomendaciones respecto de la vestimenta:
• Lactantes: elegir ropa de algodón y de color claro en contacto con la piel.
• Recién nacidos: optar por gorros.
• No se debe sobreabrigar (en cambio, colocar una prenda de algodón más de la que usa el adulto).
• Es importante vestir a los bebés con pantalones y medias que “no ajusten”.
• Hasta los 6 meses: se recomienda lavar la ropa con jabón neutro ya que la piel de los bebés es muy sensible a los productos químicos y perfumes.
Algunos consejos útiles
• Los adultos deben utilizar pelela, ya que muchos niños tienen miedo al inodoro (y esta debe estar siempre en el baño).
• Los adultos tienen que estar atentos a los pedidos de los niños (cuando piden ir al baño, o lo manifiestan a través de gestos, hay que tratar de llevarlos en ese momento para que no se cree confusión sobre las pautas establecidas).
• En un principio, los niños controlan los esfínteres durante el día y luego de un tiempo por la noche (es habitual que primero controlen hacer caca y luego pis).
• Existen normalmente en los niños períodos de regresión transitorios a etapas anteriores durante el aprendizaje, lo cual los adultos no deben vivirlo con angustia, entendiendo que es un proceso dinámico donde hay que acompañarlos.
• Se recomienda que los niños jueguen en esta etapa, por ejemplo, chapoteando en el agua, trasvasando líquidos, utilizando plastilinas o con barro (es aconsejable que los adultos permitan que se ensucien, ya que estos juegos también estimulan el control de esfínteres).
• Respecto de la ropa, colocarle a los niños prendas cómodas y prácticas, para que puedan quitárselas en el momento de ir al baño.
• En este tiempo es esperable que los niños se constipen, por lo tanto se aconseja ofrecerles una dieta rica en fibras para que la materia fecal sea blanda (y no sientan dolor al defecar), no se lastime su región anal y, por ende, no experimenten una mayor constipación.
Dificultad para orinar o retención de la orina durante períodos prolongados
Se habla de “retención urinaria” cuando los niños tienen dificultad para comenzar a orinar a pesar de que su vejiga está llena (en aquellos con una anomalía neurocognitiva, los padres observarán que no mojan el pañal ni orinan durante 8 horas o más, lo cual puede deberse a múltiples factores).
Una causa frecuente de la retención urinaria es que tengan una gran cantidad de heces junto a la vejiga, una segunda causa es que posean molestias genitales y una tercera se debe a la ingesta de algunos medicamentos (especialmente anticonvulsivos o relajantes musculares).
Frente a esta problemática, podríamos ayudar a los pequeños intentando colocar sus glúteos en una bañera con agua tibia durante 10 minutos o más. Si esto no da resultado, también podemos recurrir a un supositorio rectal o un enema (de venta libre) para que puedan expulsar una gran cantidad de heces y orina al mismo tiempo. En el caso de que se sientan incómodos o parezcan enfermos, deberán ser evaluados de emergencia, preferiblemente en un centro de atención de urgencias o emergencias.
Fuente:
– “Recomendaciones para el cuidado de la salud de niños, niñas y adolescentes” (Hospital Garrahan).
– Sociedad Americana de Pediatría (SAP).