Si existe la posibilidad de que su hijo o hija adolescente esté lidiando con ansiedad, depresión o cualquier otro problema de salud mental, es importante que como padres, madres y cuidadores se conozcan las señales para hablar con su médico sobre la salud mental.
Esto es lo que los padres, madres y cuidadores deben saber sobre la salud mental de los/las adolescentes, las señales de que su hijo o hija pueda estar teniendo dificultades y cuándo buscar la ayuda que necesita.
Presiones a las que se enfrentan los adolescentes
Los expertos en salud mental juvenil han expresado su preocupación por las presiones extremas sobre los niños, niñas y adolescentes durante la pandemia de COVID-19. Sin embargo, los efectos persistentes del cierre de escuelas y otros factores de estrés relacionados con el COVID, no son los únicos factores de estrés para ellos/as. Muchos jóvenes también están lidiando con lo siguiente:
- Una presión abrumadora por lograr buenas calificaciones en la escuela o conseguir que les admitan en institutos y universidades de élite
- La necesidad de ser superestrellas en los deportes, las artes escénicas u otras actividades extracurriculares
- Horarios difíciles que no permiten suficiente tiempo para el descanso, la relajación y la diversión no estructurada
- Acoso (ya sea en persona, a través de los medios sociales, o ambos)
- Miedos persistentes acerca del cambio climático, el conflicto global y otros asuntos importantes
- La discriminación basada en la raza, el género, la orientación sexual, el peso, la religión, la discapacidad u otros factores
- Problemas relacionados con la pobreza o la falta de dinero para tener una vivienda digna, segura y estable, y la falta de consumo de alimentos nutritivos.
¿Cómo sabré si mi hijo o hija adolescente tiene dificultades?
Los síntomas de salud mental que podría ver en su hijo o hija, por supuesto, serán únicos para cada cual. Pero, como padre, madre o cuidador, usted tiene una buena idea de cómo luce cuando está “normal”.
Señales de que su adolescente puede estar teniendo dificultades de salud mental
Además de los síntomas más evidentes, como cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, ira y llanto, es posible que observe:
- Cambios notables en el sueño, el peso, los hábitos alimentarios u otros patrones cotidianos
- Pérdida de interés en las cosas que habitualmente le gustan o abandono de actividades que disfruta
- Mayor retraimiento del habitual de amigos, familiares y la comunidad
- Cancelación de planes con sus amigos más cercanos con poca o ninguna explicación
- Dificultades académicas que parecen diferentes o más intensas: por ejemplo, reprobar exámenes en su materia favorita o negarse a hacer la tarea que alguna vez le hubiera parecido fácil
- Pensamientos o preocupaciones constantes que no le dejan en paz
- Un grupo completamente nuevo de amigos que usted nunca ha conocido
- Negarse a hablar sobre lo que le molesta, incluso después de que usted haya hecho que hablar abiertamente sobre asuntos difíciles sea lo más seguro posible
- Obsesión con un objetivo determinado, posiblemente, con la creencia de que, si no lo logra, su vida nunca volverá a ser la misma
- Señales de consumo de drogas, alcohol u otra sustancia
- Señales de autolesiones como cortes, quemaduras, moretones, etc., que el adolescente trata de ocultar o no puede explicar completamente y de manera creíble
- Actividad o interés sexual que aparenta ser nuevo o más intenso que antes
Tenga en cuenta que tener solo un síntoma en esta lista no significa que su adolescente esté experimentando una crisis total. Los cambios biológicos, incluidos los cambios hormonales por los que pasan todos los preadolescentes y adolescentes, pueden afectar su estado de ánimo, su rendimiento escolar y otras cosas. Pero, si constantemente observa una o más de estas señales, es hora de iniciar una conversación sobre salud mental con su hijo o hija adolescente.
¿Qué afecciones de la salud mental son más comunes entre los/las adolescentes?
Los/las jóvenes se enfrentan prácticamente a la misma diversidad de desafíos de la salud mental que los adultos. Estas son las afecciones de la salud mental más comunes que se observan en los/las preadolescentes y adolescentes del mundo.
- El trastorno de déficit de atención/hiperactividad (TDAH) afecta a casi el 10 % de todos los niños de los EE. UU. de entre 3 y 17 años.
- Casi el 9.5 % experimentan una ansiedad que interfiere con su funcionamiento diario.
- Alrededor del 4.5 % viven con depresión. En los adolescentes, la depresión puede o no parecerse a la tristeza con llanto estereotipada. Los síntomas de depresión a veces pueden parecerse más a la ira/irritabilidad.
Aunque son menos comunes, los trastornos alimentarios como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa pueden causar problemas de salud importantes en los/las adolescentes y los/las adultos jóvenes. Las autolesiones, que se cree que se informan menos de lo que ocurren, son otra preocupación seria entre los/las preadolescentes y los/las adolescentes
¿El consumo de alcohol y el consumo de drogas son parte del problema?
El consumo de sustancias es muy común entre los/las adolescentes. Puede combinarse con problemas de la salud mental y, en la mayoría de los casos, empeorarlos.
Alrededor del 15 % de todos los/las estudiantes de la escuela secundaria dicen que han consumido drogas callejeras como cannabis, cocaína, inhalantes, heroína, metanfetamina, alucinógenos o MDMA (también llamado éxtasis o molly). Alrededor del 14 % informan que han consumido opioides recetados de manera incorrecta. Casi el 30 % dicen que han probado el alcohol y el 14 % admiten haber bebido en exceso. Un aterrador 17 % subieron a un automóvil conducido por alguien que había estado bebiendo, lo que los expuso a un nivel de peligro completamente nuevo.
El consumo de sustancias es una preocupación en sí misma, una sobre la que definitivamente debe hablar con su adolescente, incluso si no ve señales de problemas de salud mental. El alcohol y las drogas suelen usarse para afrontar sentimientos o circunstancias difíciles. Esto puede ser una señal de un dolor emocional profundo que debe abordarse.
¿Qué papel tienen las redes sociales?
Los/las jóvenes pasan mucho tiempo en sitios como Instagram, Snapchat, TikTok y otros. Según un estudio, el 90 % de los/las adolescentes de entre 13 y 18 años usan varias plataformas, y más del 60 % interactúan con las redes sociales todos los días.
Todavía estamos aprendiendo acerca de las formas en que las redes sociales pueden afectar la salud humana, especialmente entre niños y adolescentes. El uso saludable de las redes sociales puede fomentar conexiones positivas. Sin embargo, algunos jóvenes pueden enfrentarse a riesgos mayores de sufrir efectos negativos. Consulte “Los medios sociales y la salud mental de su hijo/a: qué dice la investigación” para obtener información que puede ayudarle a considerar el impacto de las redes sociales en sus vidas.
¿Cómo puedo iniciar conversaciones con mi hijo/a?
Estos son algunos puntos por considerar al comenzar a hablar sobre la salud mental de su hijo/a adolescente. Idealmente, esto debería ser una serie de conversaciones y “controles” continuos, pudiendo ayudar a apoyar la salud mental de su adolescente, y también proporcionarle a usted una base para los momentos en que pueda tener más dificultades y necesitar más apoyo específico para un problema.
- Haga que sea seguro para su hijo/a hablar de temas difíciles con usted. Los adolescentes suelen evitar hablar de temas delicados, especialmente si anticipan que les juzgarán, sermonearán o castigarán. Si aún no lo ha dejado claro, afirme a su hijo/a adolescente que puede contarle cualquier cosa. Enfatice que estas conversaciones se llevarán a cabo en un contexto libre de juicios. Explíquele que quiere entender por lo que está pasando y bríndele apoyo desde el cariño.
- Decida escuchar más de lo que habla. Nada hará que su adolescente se escape más rápido que el hecho de que no le observe ni le escuche por completo. Usted tendrá que gestionar sus propios miedos durante la conversación para poder evitar la escucha autobiográfica, es decir, escuchar para intentar comprender profundamente en vez de filtrar todo a través de la lente de su propia vida.
- Considere maneras de evitar que su adolescente se ponga a la defensiva. Naturalmente, no puede estar seguro de cómo reaccionará cuando le pregunte sobre su salud mental. Pero las oraciones justas y fácticas suelen ser lo mejor. En lugar de decir: “Has estado actuando muy extraño/a estas últimas semanas”, podría comenzar con un ejemplo: “Noté que detestas bajar a cenar últimamente y no pareces tener hambre en otros momentos. Me pregunto si hay algo en tu vida que hace que te resulte difícil disfrutar de las cosas que habitualmente te encantan, como mis deliciosas galletas de avena”.
- Acepte algo de silencio. Es posible que su hijo/a no sepa qué decir al principio, especialmente si ha estado tratando de ocultar cómo se siente o de manejar las cosas por su cuenta. Las personas que tienen problemas de salud mental con frecuencia sienten vergüenza y miedo además de todo lo demás. Esto puede hacer que les resulte difícil abrirse a cualquier persona (incluso a alguien en quien confían). Explique que, aunque usted esté preocupado/a, puede esperar a que él/ella piense qué le gustaría que supiera. Si no vuelve por su cuenta para hablar con usted, intente volver a iniciar la conversación en unos días.
- Tenga en cuenta que el estigma de la salud mental todavía existe. A pesar de que ha habido grandes avances, algunas personas todavía creen que tener una afección de la salud mental significa que alguien no es digno de confianza o es potencialmente violento. De hecho, muchas personas no buscan tratamiento para la salud mental porque tienen miedo de lo que otros pensarán de ellas.
Qué hay que tener en cuenta
- La salud mental es una parte clave de la salud humana. Los padres, las madres y los adolescentes no deben sentirse avergonzados ni temerosos al buscar tratamiento. No es distinto de recibir atención por un hueso fracturado, una infección grave o cualquier otro problema de salud importante.
- Trate de no culparse por las dificultades de su hijo/a. La vida es dura, están haciendo lo mejor que pueden para manejar las presiones a las que se enfrentan (al igual que usted).
- Incluso si usted mismo puede tener antecedentes de problemas de la salud mental, no es la causa de fondo de las dificultades de su adolescente. Mostrar amor, confianza y respeto por usted mismo/a y su hijo/a adolescente es la forma más saludable de asegurarse de que ambos encuentren los recursos que necesitan.
¿Cómo puede apoyarnos nuestro pediatra?
Su pediatra se preocupa por la salud de su hijo/a y ha ayudado a muchos otros padres, madres y cuidadores con problemas de la salud mental. También conoce los recursos locales que puede aprovechar para apoyar a su adolescente, ahora y durante el proceso de sanación.
Los profesionales pueden explicar las opciones de tratamiento, incluidos los medicamentos que podrían ayudar. También pueden derivar al chico/a a especialistas en salud mental para que lo evalúen. De esta manera, su pediatra se convertirá en parte de un equipo de atención que puede ayudarle a crear un plan de tratamiento, así como un plan de crisis que detalla lo que hará si las cosas empeoran para su hijo/a.
¿Qué sucede si mi hijo/a adolescente tiene pensamientos suicidas?
Los pensamientos o las acciones suicidas NUNCA deben ignorarse. El personal capacitado de la línea le ayudará a descifrar los pasos inmediatos a seguir.
Si su hijo/a adolescente está pensando en el suicidio pero no está en crisis, sigue siendo de vital importancia obtener ayuda. Llame al pediatra o al profesional de la salud mental de su hijo/a de inmediato para encontrar recursos y planificar el tratamiento y el apoyo adecuados.
Promueva proactivamente la salud mental
También tenga en cuenta que la salud mental no se trata solo de responder a los problemas. Es importante promover la salud mental positiva y la resiliencia de manera proactiva todos los días.
Incluso si su adolescente está bien, ayúdele a encontrar tiempo para el cuidado personal y los hábitos saludables. Háganse el tiempo para disfrutarse unos a otros como familia. Las actividades y relaciones positivas pueden tener un efecto protector y de “andamiaje” en la salud mental.
Todos tenemos días buenos y días malos, así como días en los que nos sentimos más saludables que otras veces. La salud mental debe estar siempre en nuestro radar; promoverla debe estar entre nuestros objetivos de todos los días.
Salud Mental en el Hospital Garrahan
Desde Salud Mental se atienden también consultas desde el sector de emergencias del Hospital, por ejemplo, a los pacientes que atraviesan una situación médica inesperada, como ocurre en los accidentes viales.
El equipo de salud, en contacto diario con la enfermedad, el dolor y la muerte, no está exento de la necesidad de recibir cuidados emocionales. Es así que, a las actividades de prevención y psicoterapia de los pacientes con enfermedades médicas, se sumaron acciones dirigidas al cuidado de la salud emocional de los profesionales: talleres, grupos de reflexión sobre la tarea, y otras actividades de enlace.
Según la Dra. Alejandra Bordato, Jefa del Servicio de Salud Mental del Hospital Garrahan, “estamos orgullosos de ofrecer cada vez una atención más eficiente, y siempre comprometida con los pacientes y la comunidad hospitalaria del Garrahan”.
Fuente:
Sociedad Americana de Pediatría
Hospital Garrahan