LA IMPORTANCIA DEL BUEN TRATO CON LOS CHICOS

Según la Guía para padres editada por el Hospital Garrahan “Recomendaciones para el cuidado de la salud de niños, niñas y adolescentes”, se presentan los lineamientos cuyos objetivos son proporcionar una educación saludable a los chicos, chicas y adolescentes por medio de los buenos tratos de parte de los adultos y/o cuidadores.

Los padres son los adultos más significativos de los escolares, pero a ellos se suman los maestros y otros adultos del entorno. El niño aprende normas que existen fuera de su hogar. A esta edad, empieza a pedir explicaciones del porqué de las normas. Si recibe una aclaración coherente, segura y precisa, las cumplirá fácilmente.

¿A qué le llamamos buenos tratos en la infancia?

Se refiere a tratar a los niños con amor, respetando sus necesidades según su edad, tratando de comprenderlos con cariño y paciencia, respetando sus derechos. Estos fueron ratificados por la Convención Internacional de los Derechos del Niño, Niña y Adolescentes (y forma parte de nuestra Constitución Nacional), y como adultos es nuestro deber respetarlos y hacer que se cumplan. Es habitual que cuando uno piensa en “maltrato” se imagina solo el físico (golpes, cachetadas, tirones de pelos, pellizcones) pero existen otras situaciones que sin conocerlo también son maltrato: verbal (gritos, palabras agresivas como tonto, idiota, loco, etc.), emocional, o cuando no se cumplen los derechos que mencionamos antes. Es decir, que pueden ser por acción u omisión.

Algunas necesidades de los chicos son:

• Recibir amor

• Ir a la escuela

• Que los adultos cuiden de su salud

• Tener tiempo libre 

• Jugar

¿Por qué se dan los malos tratos?

Son muchos los motivos, puede ser por desconocimiento de derechos, naturalización o repetición de modelos de crianza inadecuados (un padre o madre que fue maltratado/a en su infancia), estrés en padres o encargados de crianza, falta de tiempo, desconocimiento de pautas y necesidades evolutivas (por ejemplo: enojarse cuando un niño está aprendiendo a dejar pañales y se moja en la cama, o cuando un bebe llora), desconocimiento de otros modos de poner límites, vulnerabilidad del niño que facilita que el adulto con dificultad para manejar sus impulsos se descargue en él, cuando el niño no cumple las expectativas de los padres, etc. 

Mitos y verdades sobre maltrato infantil

• Algunos creen que los padres pueden hacer con sus hijos lo que quieran. En verdad, es responsabilidad de la familia cuidarlos y educarlos sin recurrir a la violencia.

 • Algunos creen que los niños necesitan mano dura ya que de otro modo no aprenden. En verdad, la violencia no enseña, produce desconfianza y genera más violencia. 

• Algunos creen que sólo se debe actuar si los niños sufren daños físicos graves. En verdad, cualquier forma de maltrato atenta contra los derechos del niño y todos estamos obligados a hacer algo al respecto. 

• Algunos creen que los padres y madres que maltratan a sus hijos merecen ser castigados. En verdad, es nuestro deber como sociedad proteger a los niños y ayudar a la familia a superar sus dificultades.

 • Algunos creen que todas las personas que fueron maltratadas de niños serán maltratadoras de grande. En verdad, el modelo de violencia puede modificarse.

Recomendaciones

• Poner límites a los niños es también una manera de cuidarlos y tratarlos bien. No significa ser autoritarios 

• Ser padres/cuidadores es algo que se aprende, no siempre se sabe qué hacer.

 • Muchas veces las personas que maltratan a los niños no tienen conciencia clara del daño que producen. 

• Se pueden poner límites SIN maltratar. 

• Los malos tratos pueden pasar desapercibidos.

Sociedad Argentina de Pediatría

Sobre este tema, la Sociedad Argentina de Pediatría, invita a reflexionar, a repensar sus vivencias cotidianas; a mirar a sus hijos comprendiendo sus derechos y necesidades. No hay modelos rígidos de crianza, patrones fijos de cómo actuar; pero sí ideas generales que es preciso conocer y aplicar: una educación respetuosa, con límites saludables, basada en el amor, y en la que coexistan la autoridad y la libertad. Hagamos que la violencia se aparte de cada hogar, para así habitar en un mundo más digno y justo. La cuna deja una marca imborrable en el ser; procuremos que su impronta marque el rumbo de un futuro mejor. 

La prevención del maltrato infantil, vista como la promoción de la salud integral, en ambientes de crianza estables y seguros, no solo previene el daño físico, sino que tiene efecto sobre la salud física y emocional adulta de esos niños y niñas, y sobre su capacidad futura de ser padres. También tiene efecto sobre la sociedad con disminución de la violencia.

El rol del pediatra y la prevención del maltrato infantil

Fortalecer vínculos familiares saludables, acompañar la crianza y promocionar la salud física y emocional son claros objetivos de la pediatría y otra forma de decir prevención del maltrato infantil. Desde el embarazo con la consulta prenatal durante la infancia, la adolescencia y hasta la adultez temprana, el pediatra acompaña el proceso de crecimiento y maduración tanto de la familia como de sus individuos. En especial, está presente en las enfermedades de los niños y en los momentos de desafío. Esto le permite reconocer fortalezas, debilidades y estresores que tengan las familias. La prevención es una parte constitutiva del rol pediátrico, independientemente del lugar de trabajo.

Fuentes

Guía “Recomendaciones para el cuidado de la salud de niños, niñas y adolescentes”, Hospital Garrahan.

Sociedad Argentina de Pediatría.