Diabetes infantil: todo lo que tenés que saber

Dra. Krochic: La diabetes es una enfermedad que se produce cuando aumenta la glucosa en la sangre. La principal función de la glucosa es ser el combustible de nuestro organismo. Ese combustible entra a cada una de nuestras células, y por un mecanismo especial se quema y se transforma en energía. Esta entrada a las células no se produce automáticamente, sino que lo hace a través de un canal que habitualmente está cerrado, y que necesita una especie de «llave» para abrirlo, que es la insulina.

Hay muchos tipos de diabetes, pero la diabetes se produce o porque la «cerradura» no reconoce a la insulina (esto se llama resistencia a la insulina, y se da mayoritariamente en personas obesas), o porque la fábrica de estas cerraduras, que es el páncreas, donde se produce la insulina, deja de fabricarla o la fabrica en menor cantidad que la necesaria para el organismo.

En los chicos, en el 90% de los casos, la diabetes que se produce es la diabetes tipo 1. Es una diabetes que tiene su origen en una alteración del sistema inmune. El sistema inmune es el que nos defiende de las agresiones externas, eso lo hace a través de los glóbulos blancos o de anticuerpos. En cualquier caso, el sistema inmune trabaja diferenciando lo propio de lo ajeno. Cualquier cosa ajena que entre al cuerpo el sistema inmune enseguida lo localiza e intenta destruirlo. Lo que pasa en la diabetes tipo 1 (y en otras enfermedades denominadas autoinmunes) es que ese sistema inmune se equivoca, y termina dañando alguna parte del propio cuerpo creyendo que es un agente externo.

En este caso en particular, el sistema inmune daña las células beta del páncreas, fábrica de insulina dentro del órgano. Este daño se produce muy lentamente, no se sabe bien cuáles son los desencadenantes, y cada vez más se sospecha que en realidad, para que una persona tenga diabetes, ha sufrido varios desencadenantes que ocasionaron varias respuestas autoinmunes que terminan destruyendo a la mayor parte de las células beta. Cuando las células beta que quedan vivas no son capaces de producir toda la insulina que necesita el cuerpo, aparecen los signos de la falta de insulina, y con ella comienza la diabetes tipo 1.

La característica principal de esta diabetes es que el tratamiento sí o sí tiene que ser con insulina, reemplazar lo que el cuerpo no produce. Algo importante a saber es que estas células beta no se reproducen espontáneamente. En el cuerpo hay un grupo de células que por lo específico de su tarea en el cuerpo perdieron su capacidad de reproducción, como por ejemplo las neuronas y las células beta. Por lo tanto, hasta que la medicina tengo algo más para ofrecer (hay muchas líneas de investigación en este sentido), la diabetes tipo 1 es una enfermedad que cuando aparece no tiene cura por el momento. La persona necesitará recibir insulina a lo largo de toda su vida.

En el Hospital Garrahan se atienden 500 pacientes con diabetes tipo 1 en seguimiento continuo. Recibimos habitualmente nuevos casos debut en un número de alrededor de 60 a 100 pacientes por año. El resto de los casos de diabetes que vemos, en una proporción bastante pequeña, son diabetes tipo 2, que es la diabetes secundaria de la obesidad, donde lo que se altera es el receptor de insulina donde esta tiene que actuar. En nuestro medio esto es muy poco frecuente en los niños, en algunos países se describen cifras mayores. En nuestro hospital, por sus características principales (atención de enfermedades crónicas complejas) vemos diabetes asociadas a estas patologías. Ya sea porque las patologías en sí asocian compromiso de la producción de insulina, como es el caso de la fibrosis quística pancreática, o porque estas enfermedades involucran tratamientos que dañan en forma parcial o total y en forma permanente o momentánea la secreción de insulina, por ejemplo los tratamientos de neoplasia o cáncer.

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Portal Garrahan: ¿Cuáles son los síntomas de la diabetes en los niños?

Dra. Krochic: Para hablar de los síntomas de la diabetes, primero tenemos que entender cuál es la función de la insulina. Cuando los seres humanos consumimos hidratos de carbono, un grupo de alimentos muy amplio (frutas, verduras, cereales, legumbres), en el cuerpo gracias a las enzimas de la digestión estos alimentos se transforman en glucosa. Y esta glucosa entra a las células para ser quemada y transformada en energía. Pero para esto hay que abrir especialmente un canal que tienen las células gracias a la insulina. Cuando una persona se queda sin insulina, como sigue comiendo, produce glucosa y esta glucosa no entra a las células para ser quemada como combustible y empieza a acumularse en la sangre. Cuando los valores de glucosa son mayores a 200mg/dl, se denomina hiperglucemia.

El problema es que el cuerpo no tolera valores extremos de hiperglucemia, entonces tiene que defenderse de alguna manera de ello. Y esto lo hace a través del riñón. Como forma de proteger al organismo, el riñón provoca pérdida de glucosa por la orina (glucosuria). Pero para que el riñón pueda hacer esto, debe perder una cantidad de agua extra que permita la dilución de la glucosa en ella para poder eliminarla. Uno de los síntomas de la diabetes tipo 1, por lo tanto, es que empiezan a hacer mucho pis, aumenta su diuresis. Este aumento de la diuresis es a expensas de perder agua y glucosa, por lo tanto tienen mucha sed, porque el cuerpo se deshidrata. Los pacientes hacen mucho pis y tienen mucha sed durante todo el día. Lo otro que sucede es que la glucosa no entra a las células, y la persona siente mucha debilidad. Y por último, el cuerpo tiene que sobrevivir de algún modo, y en vez de usar glucosa utiliza un combustible de reserva: la grasa. Cuando usamos grasa queda un desecho tóxico llamado cetona. Es un ácido que al circular por la sangre puede producir cetoacidosis diabética. Hay un síntoma extra, un poco más tardío: cuando el cuerpo empieza a usar grasa como combustible no usa solamente la de los alimentos sino la de su propia grasa, y por eso se baja de peso.

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Portal Garrahan: ¿Cuándo acudir a un profesional?

Dra. Krochic: Los síntomas de la diabetes son muy marcados. Los chicos empiezan a hacer mucho pis, a tomar mucho agua, a sentir debilidad y a bajar de peso. Más tarde, cuando se produce la cetoacidosis, pueden tener náuseas, vómitos, y dolores abdominales muy importantes. Cualquier chico que en vez de subir de peso baje de peso, que se esté despertando de noche a hacer pis y a tomar agua de forma muy llamativa, debería consultar a la brevedad al médico. Los médicos deben tener alta sospecha de esta patología, si bien no es frecuente en la infancia, es la segunda enfermedad crónica más frecuente en la infancia después del asma.

Portal Garrahan: ¿Cuál es el tratamiento de la diabetes en los niños?

Dra. Krochic: El pilar fundamental del tratamiento es la insulina. Los médicos diabetólogos, con las insulinas que se fabrican en la actualidad, intentamos reemplazar esa maquinaria pancreática que nos permite comer lo que queramos en el momento en que queramos. La idea del tratamiento es imitar esto que hacía el páncreas utilizando diferentes insulinas.

Pero los pacientes con diabetes, además, tienen muchísimo trabajo que hacer. Porque esta imitación requiere que se hagan controles de glucosa antes de cada comida, que identifiquen el grupo de hidratos de carbono de los alimentos y sepan calcular cuánta glucosa obtendrá su cuerpo de la cantidad de alimentos que piensan comer, y que puedan calcular la cantidad de insulina que van a necesitar para metabolizar esa glucosa antes de cada comida. Antes de comer, deben inyectarse la cantidad de insulina necesaria.

Aunque es muy complicado, todos los pacientes y todas las familias lo logran. Los médicos diabetólogos, además de calcular las dosis que necesitan nuestros pacientes, hacemos mucho trabajo de educación junto con todo el equipo de diabetes, en el que trabajan enfermeras, licenciadas en alimentación, psicólogos, profesores de educación física, y entre todos los vamos guiando. Lo más importante es que, aunque con esfuerzo, los chicos pueden hacer una vida completamente normal (actividad física, alimentación, etcétera).

La tecnología está avanzando muchísimo y a pasos acelerados, y está aportándonos desde nuevas formas de aplicar la insulina hasta sensores que nos permiten mirar la glucemia sin necesidad de pincharnos los dedos, bombas de insulina (aparatos especiales que los pacientes manejan pero que permiten que a través de un catéter entre por la piel la insulina y no tengan que estar pinchándose cada vez), y un gran desarrollo del páncreas artificial, sensores de glucosa que permiten un ajuste de la glucemia mucho más exacto y con menos intervención y carga para el paciente.