El equipo interdisciplinario del Hospital Garrahan conformado por diferentes especialidades: Pediatría, Nutrición, Kinesiología, Psicología, Terapia Ocupacional y Fonoaudiología realizaron un cuadernillo de alimentación para abordar a los niños con problemas en la alimentación ya sea por patología orgánica, sensorial o conductual.
Alimentarse es el acto de ingerir alimentos y la nutrición está relacionada con la capacidad de nuestro organismo de absorber los nutrientes necesarios para crecer. En cambio el “momento de la comida” es un acto complejo que implica un conjunto de habilidades motoras, sensoriales, cognitivas, emocionales y psicosociales.
DEGLUCIÓN Y CONDUCTA ALIMENTARIA
Se puede permitir que el bebé explore la comida con las manos, que la toque y que se ensucie y es esperable que esto le agrade y no que se sienta molesto. Es por ello que es importante aumentar su atención e interés con objetos relacionados con la alimentación: cucharas de colores, vasitos, etc. y no con juguetes o tecnología: televisión, tablet… En esta etapa se incorpora el uso de la silla de comer con mesita. De esta manera, se está brindando una postura correcta y la posibilidad de usar sus manos sobre la mesa tomando los utensilios o tocando la comida. Incorporarlo a la mesa familiar permite que el niño pueda observar y comenzar a imitar lo que hace el resto de la familia. En este sentido, una rutina estable en cuanto a horarios y lugares favorece la anticipación y preparación para el momento de comer.
Asimismo, a esta edad el bebé necesita ser asistido para comer; la persona que le proporcione el alimento puede sentarse de frente y a la altura del bebé y así facilitar el diálogo y la comunicación mientras el bebé come.
¿Cómo darle de comer?
Agregar, por ejemplo, una cucharada de carne molida y si tiene buena aceptación al otro día incorporar dos cucharas en la misma cantidad de puré. Por otro lado, si el bebe no se siente confortable en la silla, ya sea por inseguridad o realiza demasiado empuje hacia atrás, transitoriamente, se puede tener al bebé en brazos.
El primer impacto de la comida es visual por lo que es importante tener en cuenta la cantidad que se le ofrece, el plato y los colores de los alimentos. Para estimular su autonomía en el uso de los utensilios se pueden colocar sus manos sobre la mamadera o vasito mientras succiona o bebe y acompañar el movimiento de los mismos. Si el bebé no lo hace por sí solo se puede guiar llevando sus manos con alimento a la boca. Si el bebé se alimenta por sonda nasogástrica o gastrostomía se puede participar de este “momento de la comida” sosteniendo la jeringa con leche y estableciendo a la vez contacto visual y/o con la mano en el pecho mientras se alimenta.
Bebe de 1 año
A partir del año, el bebé va a ir incorporando los alimentos saludables que come el resto de la familia. Es una etapa de imitación con lo cual todo lo que él observe intentará repetirlo. También, a partir del año puede comenzar a comer alimentos no tan procesados como semi sólidos blandos (cuadraditos de papa o zapallo, fideos, suflés, trocitos de queso cremoso, tortilla, papitas en bastón, omelette) o carnes cortadas en trozos pequeños. Para esto podemos incluir el uso del “tenedor” para niños (sin puntas), para que él lo utilice en forma independiente. Al comienzo va a necesitar que el adulto a su cargo pinche el alimento para que él solo lo lleve a la boca. Se puede hacer colocando la mano del adulto sobre la mano de tu bebé y repetir juntos este movimiento hasta que el niño lo pueda realizar solo.
Al año el bebé debe ganar autonomía en el uso de la cuchara. Al inicio, continuará utilizando las manos para tomar algunos alimentos. Comenzará sumergiendo la cuchara en el alimento y llevándola a la boca. Es esperable que derrame y se ensucie, no hay que llamarle la atención, porque esto es parte del aprendizaje. A medida que lo repita lo realizará cada vez mejor. Las cucharas que le ofrezca tienen que ser del tamaño de las de té, es decir ni muy grandes que le va a costar introducirla, ni muy pequeña ya que puede introducirla demasiado provocando arcadas y/o ahogos. Preferentemente, que sean de material plástico o silicona, que no tengan bordes cortantes o muy rugosos y que el mango sea grueso para facilitar el agarre.
Año y medio
Al año y medio, el bebé es capaz de llevar una taza común a la boca con poco líquido aunque algo puede derramar. Para enseñarle a usar sorbete, se puede comenzar con las cajitas de leche pequeñas (tetra brick ) ya que haciendo una leve presión el líquido sube y de esta manera, el niño va aprendiendo a graduar el volúmen con la respiración.
A esta edad los niños utilizan ambas manos por igual, todavía no está definido si serán zurdos o diestros. En esta etapa continuará utilizando la silla alta de comer incorporada a la mesa familiar. Es importante que la silla tenga respaldo recto y apoya pies. Si el bebé tiene problemas para mantener la postura, se pueden utilizar almohadones laterales, cinturón o fajas de sujeción siempre con sugerencias de tu terapeuta.Si hay dificultad en el manejo de su comportamiento a la hora de comer es importante tener en cuenta las siguientes sugerencias:
Conducta sensorial
Si a tu bebé le cuesta activarse y tiene una conducta pasiva, es importante que adopte una postura erguida en la silla, ofrecerle masaje firme, colocar utensilios de colores llamativos, incorporar música y hacer sonidos con los mismos antes de presentarle el alimento, como así también, invitarlo a que explore con las manos.
Compartir la mesa familiar
Es muy importante que el bebé coma en los mismos horarios que el resto de la familia. y tratar que se quede sentado en su silla hasta que finalice la comida. Si tiene mucha dificultad, esto se puede lograr en forma gradual. Además, el momento de la comida debe durar entre 20 y 30 minutos y se le debe ofrecer su propio plato de comida y cuchara para que el bebé participe activamente.
También se debe reforzar todo lo que tu bebé hace bien, y no retarlo ni prestar tanta atención a las conductas inapropiadas. Es fundamental, evitar el “picoteo” fuera de los horarios de las comidas.
Elegir una música que le agrade y que sea exclusiva para el momento de la comida. Tener en cuenta que los papás son los que deciden “qué, cuándo y dónde” se come y el niño decide “cuánto” es decir la cantidad.