Cuando su hijo está ardiendo, puede ser difícil pensar con claridad y tomar decisiones importantes. Aprender qué causa la fiebre y cómo tratarla aliviará su ansiedad y lo ayudará a tomar el control de la situación.
¿Qué causa la fiebre?
Todo el mundo tiene su propio “termostato” interno que regula la temperatura corporal, y la temperatura corporal normal es de alrededor de (37 grados Celsius); cuando el cuerpo detecta una infección u otra enfermedad, el cerebro responde elevando la temperatura corporal para ayudar a combatir la afección. No obstante, no siempre es necesario que un niño con fiebre consulte a su médico.
Manejo de la fiebre
La fiebre no siempre se puede detectar palpando la frente de su hijo. Por lo general, también es necesario tomarle la temperatura. Aunque existen numerosos termómetros en el mercado que miden la temperatura en diferentes áreas, los padres deben usar termómetros rectales con sus bebés para una lectura más precisa. Una vez que haya identificado la fiebre, lo más importante que puede hacer es mejorar la comodidad de su hijo y asegurarse de que ingiera suficiente líquido para que no se deshidrate . Si bien puede instintivamente querer llevar a su hijo al consultorio del médico, es posible que no sea necesario, especialmente si el niño parece estar bien una vez que se ha tratado su malestar.
Mantener la fiebre a raya
Aunque no todas las fiebres necesitan tratarse, hay algunas cosas que puede hacer para ayudar a que su hijo se sienta más cómodo.
- Darle a un niño ibuprofeno generalmente reducirá la fiebre. Es importante asegurarse de darle la dosis correcta a su hijo.
- Si su hijo es menor de dos años, comuníquese con su pediatra o farmacéutico para obtener la dosis correcta. Para niños mayores, siga la dosis recomendada en la etiqueta.
- No vista demasiado a su hijo. Otras prácticas para reducir la fiebre, como un baño de alcohol, bolsas de hielo, etc. ya no se recomiendan y pueden tener efectos adversos en su hijo.
- La fiebre también hará que el niño pierda líquidos más rápidamente, así que ofrézcale muchos líquidos para evitar la deshidratación . Los signos de deshidratación incluyen llorar sin lágrimas, boca seca y menos pañales mojados.
- Mantenga su termómetro digital listo y accesible para que no tenga que buscarlo una vez que su hijo esté enfermo.
- Tenga ibuprofeno para niños a la mano .
- Asegúrese de tener a mano el número de teléfono de su pediatra.
Cuándo llamar al doctor
Llame al médico de su hijo de inmediato si su hijo tiene fiebre y:
- Parece muy enfermo, está inusualmente somnoliento o está muy inquieto
- Ha estado en un lugar muy caluroso, como un automóvil sobrecalentado
- Tiene otros síntomas, como rigidez en el cuello, dolor de cabeza intenso, dolor de garganta intenso, dolor de oído intenso, una erupción inexplicable o vómitos o diarrea repetidos.
- Tiene signos de deshidratación, como sequedad en la boca, puntos blandos hundidos o una cantidad significativamente menor de pañales mojados y no puede ingerir líquidos.
- Tiene problemas del sistema inmunológico, como enfermedad de células falciformes o cáncer, o está tomando esteroides.
- Ha tenido una convulsión
- Es menor de 3 meses (12 semanas) y tiene una temperatura de (38,0 ° C) o más.
- La fiebre sube por encima de (40 ° C) repetidamente para un niño de cualquier edad.
Vacunación: su importancia
Un documento emitido por el Hospital Garrahan, hace hincapié en la importancia de la vacunación que según el documento son preparaciones destinadas a generar inmunidad contra enfermedades estimulando la producción de anticuerpos (defensas). El sistema inmunológico está diseñado para protegernos de cualquier microorganismo que ingresa a nuestro cuerpo generando defensas. Cuando un germen entra a nuestro organismo, el sistema inmunológico lo reconoce como extraño y produce anticuerpos para deshacerse de él. Estas defensas aparecen más rápidamente y en mayor cantidad cuando el niño se encuentra previamente vacunado.
¿Pueden presentar efectos adversos?
Todas las vacunas son sometidas a rigurosas pruebas y controles, por lo que son seguras.
Si bien algunas veces la aplicación de vacunas puede tener efectos adversos, estos suelen ser leves y temporales: dolor, enrojecimiento, inflamación leve en el sitio de punción. Fiebre baja o febrícula (37.5-38.5°C) en las 24-48 hs. posteriores a la vacunación. Es muy raro que provoquen reacciones severas. En cambio, es mucho mayor el riesgo de contraer una enfermedad grave por no haberse vacunado. Los beneficios de la vacunación superan ampliamente los riesgos. Si surgiera alguna duda ante estas u otras reacciones, es recomendable consultar con su pediatra de cabecera.
VACUNACIÓN DE LA COMUNIDAD: Entre todos nos cuidamos
Hay un grupo de niños que no pueden recibir vacunas por encontrarse bajo tratamiento oncológico o tener una enfermedad inmunológica que les impide generar las defensas propias. Para protegerlos, es fundamental que las personas que estén en su entorno (hogar, escuela, etc.) estén correctamente vacunadas.
Carnet de Vacunación
Es un documento personal que contiene información sobre las vacunas recibidas y nuestro estado de inmunización frente a las enfermedades. Ayuda a nuestra familia y al personal de salud a tener un control de las vacunas aplicadas y en qué fecha corresponden ser vacunados. Es recomendable tenerlo a mano siempre que se acude a una consulta médica.
Beneficios de la vacunación
Las vacunas son una herramienta eficaz y segura para protegernos de las enfermedades prevenibles. Al vacunarnos, nos protegemos a nosotros mismos y también a los que nos rodean, ya que así se reducen las posibilidades de que se extienda la enfermedad. Esto representa un beneficio para la comunidad y para las futuras generaciones, ya que el objetivo final de la vacunación es la erradicación, eliminación y control de las enfermedades prevenibles por vacunas.
Calendario Nacional de Vacunación:
Contiene las vacunas que son gratuitas y obligatorias para las distintas etapas de la vida. Permite estar al día con la información sobre cada una de las vacunas que debemos aplicarnos y cuándo debemos hacerlo.
