Las vacaciones de invierno invitan a movilizarse hacia distintos centros turísticos y/o también pasear en plazas y parques que, generalmente se encuentran con mayor cantidad de chicos y chicas que desean jugar en esos espacios. Es por este motivo que es muy importante reforzar las medidas de cuidado y prevención para evitar aumentos de casos de COVID-19.
CUIDADOS PARA TODOS
Durante el receso invernal resulta fundamental mantener vigentes las medidas de cuidado para protegernos entre todos. Se viaje o no por vacaciones es notable el aumento de la circulación de la gente en las calles y, siendo también una época del año con fríos intensos, podemos evitar el aumento de casos de COVID-19 o de otros virus respiratorios si mantenemos los cuidados que ya conocemos:
- Lavarse frecuentemente las manos o utilizar alcohol al 70% en solución acuosa.
- Evitar aglomeraciones.
- Mantener la ventilación cruzada de los ambientes.
- Optar por actividades al aire libre.
- Usar correctamente el barbijo.
- Toser o estornudar en el pliegue del codo.
- Vacunarse contra la gripe si se pertenece a algún grupo de riesgo.
- Limpiar las superficies con frecuencia.
También es importante apelar a los protocolos en cada punto turístico u hotel y minimizar el contacto con distintas personas para tener una burbuja de familia y amigos que ya son conocidos de antes.
CUIDADOS ESPECÍFICOS PARA LOS MÁS CHICOS
A todo ello, es recomendable sumar cuidados específicos para los chicos como mantener la lactancia materna, continuar con los controles pediátricos y estar al día con el plan de vacunación. Frente a síntomas como fiebre, mocos o dificultad para respirar o si se encuentran decaídos y rechazan el alimento, se debe concurrir a la consulta médica; y si respiran aceleradamente, con ronquidos o silbidos se debe consultar de forma urgente.
Asimismo, si bien en vacaciones suelen verse modificados los horarios y las rutinas diarias, es importante mantener los hábitos saludables y las cuatro comidas diarias, con énfasis en el desayuno y el almuerzo.
VACUNACIÓN Y RECOMENDACIONES
En el marco de la pandemia, las embarazadas tienen que vacunarse contra el COVID-19, ya que todas las vacunas son seguras durante el embarazo y durante el período de lactancia. Está comprobado que la evolución de la enfermedad por COVID-19 es peor si no están inoculadas.
Por otro lado, las personas vacunadas con las dos dosis deben seguir cuidándose porque la vacunación los previene de padecer la enfermedad en su forma grave o de requerir internación pero no de transmitir el virus, pudiendo perjudicar a las personas que todavía no fueron inoculadas, teniendo en cuenta, además, que la Argentina todavía tiene un bajo porcentaje de gente vacunada en forma completa.
Por último, resulta importante tener presente que la segunda ola de COVID-19 y sus variantes aún afecta fuertemente a la Argentina y las vacaciones de invierno podrían ser gran riesgo si provocan un aumento exponencial de contagios.
Todos podemos colaborar si seguimos con las mismas medidas que venimos adoptando porque “ Los cuidados no se toman vacaciones”