La maloclusión se define como cualquier alteración del crecimiento óseo del maxilar o de la mandíbula y/o posición de los dientes que impiden una correcta función del aparato masticatorio y conlleva, además, una alteración estética para el paciente. Existen diferentes grados de maloclusión pero se estima que el 75% de los niños, niñas y adolescentes presentan algún grado de trastorno oclusal.
La maloclusión es el alineamiento anormal de los dientes inferiores y superiores.
¿Cómo prevenirla?
Lactancia materna. Es importante estimular y mantener la lactancia materna, ya que garantiza el crecimiento armónico de la boca y paladar.
Succión. En caso de que se alimente con biberón, es importante usar tetina anatómica, con orificio pequeño, ya que esto estimula la succión.
Alimentación. Hay que colocar al niño o niña en posición semisentada para alimentarlo o alimentarla.
Uso de biberón y chupete. Es importante limitar lo máximo posible el uso del chupete o biberón.
Después de los 2 años. A más tardar a los dos años de edad es necesario reemplazar el biberón por un vaso y retirar el chupete.
¡Recuerda! La salud bucal y su cuidado debe comenzar desde el nacimiento. Los dientes saludables son imprescindibles para poder alimentarse y hablar adecuadamente.
Nota realizada con información otorgada por el sector de odontopediatría del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital Garrahan.