Portal Garrahan: ¿A qué edad podemos empezar a hablar con nuestros niños de la maternidad deseada y la forma de cuidarse a la hora de tener relaciones sexuales?
Lic. Marín: Escoger una maternidad deseada y saludable es un derecho que tenemos todas las mujeres. La maternidad es un hecho que afecta nuestra vida de la forma en que muy pocos otros sucesos lo hacen, y por eso, poder elegirla o no es una decisión que atañe a nuestra dignidad como seres humanos.
Para llegar a hablar de maternidad deseada hay muchas cuestiones acerca de la sexualidad, entendida en un sentido amplio, que tenemos que transmitir a nuestros hijos desde el momento mismo en que los iniciamos en el lenguaje. Muy naturalmente debiera darse la enseñanza y trasmisión de habilidades para tomar decisiones de manera responsable, cuidar de nuestro cuerpo y respetar y exigir respeto en todas las relaciones; como otros más de los aspectos con los que introducimos a nuestros hijos al mundo y a la vida en sociedad.
En este proceso es importante no perder de vista que la información acerca de las medidas de prevención de enfermedades de transmisión sexual o embarazo no deseado son solo una pequeña parte de lo que la educación sexual puede aportar al ejercicio de una sexualidad saludable. Es necesario que todos tomemos conciencia sobre la importancia de empoderar a los jóvenes para entablar relaciones sanas y lograr una vida sexual basada en el respeto. Esto es imposible si desde etapas tempranas no les enseñamos a analizar cómo sus decisiones afectan su propio bienestar y el de los demás y a conocer los derechos que deberán proteger lo largo de la vida.
Portal Garrahan: ¿Qué es entonces la educación sexual?
Lic. Marín: La educación sexual integral propone, desde un enfoque de derechos humanos, proporcionar a niños y jóvenes, progresivamente, dependiendo de su etapa madurativa, conocimientos sobre la igualdad de género, las relaciones, la reproducción, la prevención de enfermedades y los comportamientos de riesgo. Siempre promoviendo habilidades y valores de respeto, inclusión, igualdad, empatía y responsabilidad.
Mucho debate existe hoy en día acerca de la necesidad de brindar a los niños de forma temprana educación sexual integral. Son muchos los tabúes, mitos y creencias que obstaculizan ponerla en práctica efectivamente en todo nuestro país, como por ejemplo que la educación sexual aumenta la actividad sexual y comportamientos sexuales de riesgo en jóvenes. Esto es totalmente falso, ya que se ha demostrado que la promoción de la abstinencia o falta de información no tienen ningún efecto de retraso en la iniciación sexual.
Estamos en el siglo XXI, y muchos adolescentes continúan recibiendo información confusa sobre la sexualidad. En nuestro país existen jóvenes que no tienen conocimientos adecuados de cómo prevenir los embarazos o distintas enfermedades de transmisión sexual. Parece increíble, pero aún hoy en día tenemos niñas que no saben que les está pasando cuando tienen su primera menstruación.
La falta de educación sexual no solo expone a los jóvenes a embarazos no deseados y contagio de enfermedades, sino que también deja vulnerables a los niños frente a conductas sexuales abusivas.
Portal Garrahan: ¿Cómo debemos hablar con nuestros niños sobre la maternidad deseada?
Lic. Marín: Como les decía antes, soy una convencida de que desde temprana edad es necesario ir introduciendo saberes en los niños que en la edad adulta le permitirán gozar de una sexualidad plena, y a quienes la elijan, de una maternidad y paternidad deseada.
Con los más chiquitos en edades preescolares, generar hábitos de cuidado del cuerpo, de autoprotección y de igualdad de derechos entre pares, cualquiera sea su género. Conversar y enseñarles a reconocer la intimidad propia y ajena, el respeto por las necesidades y sentimientos de los demás.
A medida que los chicos van creciendo se pueden ir problematizando los roles de género, hablar de cómo se construyen las relaciones entre mujeres y varones en la sociedad actual y brindar conocimientos sobre salud sexual y reproductiva acordes a la edad madurativa y curiosidad.
En la adolescencia surgen de los más variados sentimientos y dudas con respecto a la sexualidad que los adultos debemos acompañar. En la actualidad los chicos están bombardeados con mensajes cotidianos sobre la sexualidad desde todos los medios (televisión, internet, etcétera), y muchas veces esos mensajes no son para nada saludables. Por eso es importante que los ayudemos a desarrollar una mirada crítica sobre ellos.
Para poder ejercer en plenitud su derecho a la salud sexual y reproductiva, los jóvenes necesitan no solo que los informemos sobre métodos de anticoncepción y de prevención de enfermedades de transmisión sexual, sino también que los acompañemos en la construcción de su identidad, orientación sexual y autonomía. En este camino, que puedan compartir entre ellos y con nosotros los adultos, sus sentimientos y opiniones, y cuestionar los ideales de belleza y los estereotipos de mujeres y varones que impone la sociedad, los va a ayudar a desarrollarse como personas libres.
Portal Garrahan: ¿Dónde es posible obtener información útil para transmitirles a los niños?
Lic. Marín: Por ejemplo a través de internet se puede solicitar información para padres al Programa Nacional de Educación Sexual Integral. De la página de UNICEF también se puede descargar información para hablar con los chicos sobre estos temas.
Es imprescindible que en cada hogar y en todas las instituciones escolares se aborde esta problemática para que no sea responsabilidad solo de los chicos disponer de los medios para evitar embarazos no deseados y que la maternidad sea deseada y pueda vivirse en forma plena.
Portal Garrahan: ¿Qué dicen las estadísticas en nuestro país sobre maternidad adolescente?
Lic. Marín: En Argentina, 1 de cada 6 nacimientos se producen de mamás adolescentes. Esto equivale aproximadamente a unos 300 nacimientos de madres adolescentes por día. Es muy preocupante que más de 3.000 embarazos por año sean llevados adelante por niñas de 10 a 13 años.
Al hablar de maternidad adolescente, es importante dividirla en dos períodos que tienen características bien diferenciadas. El embarazo en la adolescencia temprana, es decir, antes de los 15 años, tiene estrecha relación con el abuso y violencia sexual, además de representar mayores riesgos para la salud materno fetal relacionados tanto al embarazo como al parto.
La gran mayoría de los embarazos durante la adolescencia tardía, es decir a partir de los 15 años, ocurren porque los chicos desconocen cómo funciona su propio cuerpo y la forma de cuidarse. 4 de cada 10 madres adolescentes informan haber quedado embarazadas en su «primera vez».
Las estadísticas también muestran que el 69% de las adolescentes no planearon ese embarazo y que la inmensa mayoría no utiliza ningún método anticonceptivo. Esto aumenta el riesgo de exposición a un aborto inseguro, abandono escolar y limitación en su inserción laboral futura.
Portal Garrahan: ¿Cuándo es necesario recurrir a un profesional?
Lic. Marín: Hasta no hace muchos años, era infrecuente realizar una consulta con un especialista en ginecología u obstetricia antes de la edad adulta, a no ser que se presentara alguna dolencia o síntoma que debiera ser tratado. Hoy en día, la ginecología infantil tiene mucho que aportar a nivel de promoción de la salud. Las adolescentes pueden decidir con quién ir a la consulta médica: solas, con padres, amigos o con su pareja, y es obligación del profesional ofrecer un espacio de confidencialidad.
Al inicio de la etapa puberal una consulta especializada puede resultar muy útil para evaluar y conversar sobre el desarrollo sexual, así como también antes de iniciar relaciones sexuales consentidas sería provechoso poder contar con un espacio para asesorarse con un profesional sobre métodos de anticoncepción y prevención de enfermedades de transmisión sexual.
Las adolescentes que iniciaron relaciones sexuales deben contar con consultas regulares de control ginecológico.