El problema del exceso de golosinas: ¿cómo reemplazarlas?

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Portal Garrahan: ¿Cuál es el problema del consumo desmedido de golosinas en niños?

Las golosinas forman parte del grupo de alimentos discrecionales o no indispensables. Contienen altas cantidades de azúcares simples, y las que tienen cremas, rellenos o coberturas también suman grasas. Tienen una alta cantidad de calorías en una pequeña porción y su calidad nutricional es baja. Su consumo desmedido, además de aportar gran cantidad de calorías de baja calidad nutricional, suelen reemplazar a otro tipo de alimentos de mejor calidad y más nutritivos, necesarios para los niños en etapa de crecimiento como lácteos, vegetales y frutas. Es importante que el consumo de golosinas en los niños sea moderado en cuanto a frecuencia y cantidad.

Portal Garrahan: ¿Cómo se puede reducir el consumo de golosinas?

El principal motivo por el cual los niños consumen golosinas es porque las tienen disponibles, es decir, algún adulto se las compra. Por lo tanto, la mejor medida para reducir el consumo es limitando la compra de este tipo de productos.

Por otro lado, suelen ser utilizadas como premio o recompensa, transmitiendo un mensaje erróneo al niño, como por ejemplo “si comen vegetales…” tendrán una golosina, justamente logrando con ello tan solo reforzar su deseo por comerlas.

Una estrategia atractiva y aceptada por los niños es ofrecer opciones dulces saludables como las frutas, teniéndolas disponibles y brindárselas de manera divertida y fácil de comer. Involucrar a los niños en la compra y preparación de alimentos familiares puede ser una alternativa atractiva, despertando su interés por el consumo de otro tipo de preparaciones.

Portal Garrahan: ¿Es posible hacer golosinas caseras de fruta naturales que dan nutrientes y beneficios? ¿y que sean económicas?

¡Claro que sí! Podemos crear un sinfín de golosinas ricas y saludables con frutas como base de su elaboración, y quién dice, ¿por qué no verduras? Para hacer recetas ricas y nutritivas, lo importante es elegir las de estación para aprovechar que sean más económicas.

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«El principal motivo por el cual los niños consumen golosinas es porque las tienen disponibles, es decir, algún adulto se las compra. Por lo tanto, la mejor medida para reducir el consumo es limitando la compra de este tipo de productos«

Algunas ideas

Previo a toda preparación, es muy importante lavar bien las manos y las frutas.

Opciones para los más chiquitos (¡que también pueden comer los más grandes!)

Helado de yogur y frutas

Ingredientes: frutas de estación y yogur.

Poner en moldes capas de yogur y de frutas cortadas en cubitos o aplastadas, una tras otra sucesivamente hasta llenar el molde y a congelar. Podemos agregarle un palito para, al descongelar, comerlo como paleta.

Conito de frutas

Ingredientes: tapa de empanada y frutas en cubitos.

Colocar las tapas de empanada en el horno, mojar un poquito y rociar con 1 cucharadita de azúcar. Cuando estén un poquito más duras, sacar del horno y darle la forma de conito y atar con un escarbadientes (sacarlo al retirar del horno). Volvemos a llevar al horno para que quede crocante la masa. Cortar frutas en cubitos y luego agregar al interior del cono.

Helado de banana

Ingredientes: bananas maduras, queso untable o yogur natural firme y ½ vaso de leche que consuma el niño.

Previamente congelar las bananas ya peladas en cubitos, para que queden duritas. Luego, procesar todos los ingredientes y llevar al congelador 1 hora.

Gomitas de fruta caseras

Ingredientes: 1 taza (300ml) de jugo y pulpa de cualquier fruta (menos kiwi o mango, porque no se hace la gelatina). 2/3 taza de agua (200ml), 1 sobre de gelatina sin sabor o de cualquier sabor (15grs) y un chorrito de leche, que puede ser descremada.

Calentar el agua en un jarrito. Una vez que está caliente, agregar la gelatina y revolver bien. Luego agregamos la fruta previamente licuada o troceada y aplastada para lograr la consistencia. Luego agregamos la leche, que es opcional para darle un sabor más cremoso y que sea más nutritiva. Retiramos del fuego y colocamos en moldes o en cubeteras. Llevar a la heladera por lo menos 3 horas.

Helados de agua

Ingredientes:

Opción 1: zanahoria, naranja y opcional remolacha.

Opción 2: fruta de estación y jugo de naranja.

Si vas a usar las verduras, cocinarlas y al enfriar, procesar o licuar con el jugo de naranja; si elegís las frutas, licuarlas y  luego agregar el jugo de la naranja, si queda muy espeso, agregar más jugo y congelar.

Podemos hacerlas en cubeteras, y colocar palitos para desmoldar, y consumir como paleta.

Opciones para los más grandes

Bolitas de banana y avena cubierto

Ingredientes: 1 banana grande o 2 chiquitas, 1 taza de avena instantánea, 2 cucharaditas de cacao, 1 cucharadita de dulce de leche y coco rallado (si no tenemos coco podemos cubrirlas con cacao).

Pisar la banana y mezclar con el resto de los ingredientes, llevar a la heladera un ratito y  formas las bolitas con las manos previamente lavadas, y luego pasar por el coco.

Bocaditos de coco y manzana

Ingredientes: 1 huevo, 1 taza de coco 1 manzana y esencia de vainilla y 3 cucharadas de azúcar (opcional).

Lavar las manzanas, retirales en centro, cortar la cáscara y cortar en rodajas finitas. Mezclar en un bowl el huevo con el coco, azúcar y esencia de vainilla. Precalentar el horno y en una placa previamente aceitada, colorar capas de la mezcla y capas de manzana hasta completar. Llevar al horno medio unos 25 minutos o hasta que quede bien crocante. Cortamos en cuadraditos o tiritas como barritas.

¿Cómo inculcar buenos hábitos alimentarios desde pequeños?

La familia es la mejor escuela. Los niños suelen adoptar los hábitos que tiene la familia, por lo tanto el cambio debe surgir desde casa.

Ofrecer y degustar variedad de alimentos en familia permite que el niño experimente hábitos y comportamientos saludables que le ayudaran a realizar mejores elecciones en los distintos escenarios que compartan fuera de casa.

También es importante al respecto que tengan disponibles esas opciones, en los diferentes ámbitos, para poder elegirlas.

¿Cómo acompañar  la transición de una “mala”  alimentación a una “buena “alimentación  en los niños?

No prohibir, ya que al prohibir, estimulamos su deseo por consumirlas. Moderar su compra, limitar su acceso, equilibrar su ingesta en el contexto de una alimentación variada, enseñando con el ejemplo, desde la familia, manteniendo el hábito de su consumo moderado y para ocasiones especiales. No hay buenos o malos alimentos, sino más o menos nutritivos y más o menos necesarios. Los cambios hacia una alimentación saludable deberán ser paulatinos y sostenidos en el tiempo. Es necesario continuar ofreciéndolos, aún cuando al principio no sean del todo aceptados. Planificar es una buena estrategia en el proceso de aprendizaje y formación de buenos hábitos alimentarios.